jueves, 30 de junio de 2011

Sucumbíos: Los fieles católicos continúan en procesiones para que se restablezca la comunión y fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia Católica

En Sucumbíos, continúan procesiones que piden y claman a la Santa Sede, que se restaure la fe Católica. No es una guerra, tampoco es revanchismo,  caprichos o intereses individuales o grupales, tampoco es una lucha contra personas; es una lucha contra ideologías que no tienen nada que ver con la fe de la Iglesia. Hace mucho tiempo, la gente permanecía indiferente a lo que significa ser Iglesia, muchos que fueron de diferentes partes del país, se acostumbraron a un modelo de Iglesia que ellos no lo reconocían,  hasta cierto punto podríamos decir se les confundió la fe que sus padres les transmitieron; se acostumbraron a un  estilo diferente de hacer Iglesia, que en ciertas doctrinas y enseñanzas no tenía nada de comunión con la Iglesia Universal (Católica).

Y sucede lo que tenía que suceder, cuando el Santo Padre decide cambiar de orden religiosa Carmelitas por Heraldos del Evangelio.

En un tiempo, la orden carmelita fue muy fuerte, tanto por su mística y su trabajo evangelizador, aunque debemos decir que hay muchos carmelitas en el mundo que no han perdido esta espiritualidad de sus reformadores como lo son Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz, dos grandes santos de la orden carmelitana, que tanto bien han echo a la Iglesia. Hay hombres y mujeres de esta orden que siguen en algunas partes de este vasto continente siendo fermento de fe y esperanza en su trabajo espiritual y social, sin abandonar las directrices del trabajo social que propone la doctrina, ni abandonar la fidelidad y la comunión con la Iglesia. No se puede tampoco  en estos momentos querer mancillar, o satanizar a toda la orden, quizá por unos cuantos que no han actuado con fidelidad y en comunión con ella.

En lo personal, yo admiro a muchos santos de esta orden que han sido fermento y fuerza para la Iglesia con sus enseñanzas y testimonio de vida y fidelidad a la Iglesia: Santa Teresa de Ávila, Santa Teresita del Niño Jesús, Teresa de los Andes, Teresa de la Cruz, San Juan de la Cruz y otros santos extraordinarios que han salido de esta orden religiosa.

Tampoco se puede decir que no han echo nada en todo el tiempo que han estado, hay que reconocer el valor y sacrificio de los primeros carmelitas, que lo dejaron todo y dieron su vida en las selvas orientales llevando el Evangelio aquellas criaturas que debió ser muy difícil en aquellos tiempos. Pero como dice la Palabra de Dios, "Hay bajo el sol un momento para todo" Ecl. 3,1. El tiempo de ellos llegó, por una u otra situación de este mundo, nadie esta llamado a permanecer para siempre y a creerse dueño del tiempo y del espacio, en este mundo todo es pasajero; hoy estamos aquí, y tal vez dentro de un tiempo estaremos en otro lugar.

No somos dueños de los pueblos ni de las vidas de las personas, tenemos que trabajar, sabiendo que un día tendremos que dejarlo todo aunque nos de tristeza  partir porque hemos sido simplemente trabajadores y administradores de las gracias de Dios. Es por eso que el trabajo del evangelizador no debe estar sometido a sus caprichos y a sus ideologías, sino a la comunión y a la enseñanza fiel del Evangelio, Magisterio y Tradición. Y así, cualquiera que venga seguirá ese trabajo, porque tiene una raíz y tronco de comunión universal. Con mucha tristeza y caridad hay que decir, que nuestros hermanos, carmelitas, consolatos y diocesanos, claro rescatando también uno y otro que no estaban apartados de la comunión de fe y enseñanza de la Iglesia totalmente; pero la mayoría estaba trabajando con una línea pastoral que en ciertos aspectos tenían comunión con la Iglesia Universal y en otros dejaban mucho que desear. Más de uno se jactaba en vociferar a grandes voces; "Aquí estamos haciendo una iglesia nueva", esto es crear un cisma y división, que no afecta sólo al que piensa de esa manera sino también aquellos que le siguen y que quedan confundidos de esa ideas que se refrescan al aire si darse cuenta hasta donde se puede llegar, y causar daño inconscientemente a mucha gente sencilla que no tiene ni idea de lo que se esta haciendo.

Llega la nueva congregación y claro de echo que va a chocar, y cualquier congregación que hubiera ido, iba chocar con este modelo de llevar la iglesia, y la pena todavía más grande, que en vez de dar paso a la nueva congregación, algunos de estos sacerdotes, preparan o ya estaban preparados con algunos lideres de comunidades,  para quien quiera que viniese defender este "modelo de iglesia (isamis)", y entre ellos lideres sociales mucho de los cuales no participan de en la iglesia, sino que en esas circunstancias se convierten en portavoces de crear un problema social, que ya no le corresponde a la iglesia, van a luchar por lo "social", y no en realidad por lo menos por su fe o el modelo, que defendían otros; entonces esto se convierte en una fusión que luego será una confusión, de que unos pelean y defienden lo social y otros aparentemente un modelo de iglesia. Y dentro de toda esta barbarie se dirán y se inventaran tantas mentiras, y mentiras serias, que se convertirán en batallas de guerra fría y luego hasta llegar a los golpes con quienes defendían, el nombramiento legal de la nueva autoridad del Vicariato de Sucumbíos, nombrada por la Santa Sede. Esto parece una historia ficticia, solo que no lo es, es una realidad que se vivió y que aun se esta viviendo en Sucumbíos.

Los Heraldos del Evangelio, una congregación de Derecho Pontificio, enviada por la Santa Sede y designada a reorientar, la pastoral en Sucumbíos; el tiempo que estuvo allá hizo lo que la Iglesia hace, no hizo nada en contra de nadie, actuó con prudencia y paciencia a pesar de tener en contra, grupo de sacerdotes, misioneros(as), religiosas(os) y líderes de comunidades y de organizaciones sociales, y radio sucumbíos, que durante todo el tiempo que estuvieron allá los Heraldos, se ocuparan de impedir su trabajo evangelizador; envenenando a la gente, no es que sea duro no hay otra palabra; diciendo cosas falsas, que luego la misma gente comprobaría que fueron engañados.

Sucumbíos, quiere un cambio en la fe, una fe que durante más de dos mil años la Iglesia la ha dado, ya que ha si lo dice la Palabra de Dios. "Jesucristo, el mismo ayer, hoy y siempre" Hebreos 13,8. La Iglesia es la misma de hace más de dos mil años, han variado en todos los siglos la, forma, expresión, los métodos, pero el rostro de la Iglesia es siempre nuevo, por el Espíritu Santo que la renueva.

La orden de los carmelitas ya tuvo su tiempo, y solo Dios juzgará lo que hicieron bien o mal, pero su tiempo terminó, y deben saber que nadie es eterno, ya lo dice la Palabra de Dios; "Uno es el que siembra y otro es el que cosecha", pero todos trabajamos para el mismo Dios, por eso se debería dejar a un lado los celos y de creer que no hay mejor pensamiento o idea mejor que la mía. Si todos trabajamos por un mismo objetivo, deberíamos entregar la posta al que nos precede, y de dejar que el otro mejore y embellezca mejor la obra que empezó, y si tiene que restaurar lo que no está bien, tiene que hacerlo.

Hay que reconocer todo lo bueno, que se hicieron y que ayudó al pueblo de Sucumbíos; pero ellos también deben reconocer que se equivocaron y cometieron errores en la enseñanza de la fe, y saber que es de humanos errar, pero es de valientes reconocer, los errores y desaciertos que se hicieron.

Alguno en un blog que escribe acerca de este problema, comentaba acerca de mi escrito decía: "Que al escribir eso, creo resentimiento o estoy al frente del grupo de revoltosos de los carismáticos, y otras cosas que las interpreta a su manera." A través de este blog, expreso mi sentir desde una óptica objetiva de la realidad, sin querer hacer daño a nadie, y sin exagerar o aumentar la situación, que se vive o se ha vivido allá; y para que mis lectores sepan que no me valgo de ninguna fuente de información, yo mismo soy la fuente, ya que soy de Sucumbíos y viví toda esta situación triste, penosa, para toda la Iglesia. Al contrario de otros que opinan exagerando o falseando la realidad, o solo comentando lo que les conviene; pienso que soy cristiano y que debo decir la verdad, aunque esta se contraria a mis intereses individuales o de grupo, pero decir la verdad es lo que nos enseña Jesús: "La verdad os hará libres:" "La mentira nos esclaviza y nos hace juguete de ella".

No escribo para crear resentimiento, escribo para que se digan las cosas como son;  no habrá tranquilidad y conformidad en mucha gente  si no  se restituye la verdad por los mismos medios que desinformó y mintió a nuestro pueblo, al país y al mundo. Dejando a un lado, intereses, personales y grupales. Todo egoísmo, lleva directo a un fracaso y frustración, de que lo que quise hacer salió mal, por ese alejamiento de Dios y de someter mi razón a mis caprichos ideológicos y particulares alejados de la recta enseñanza de nuestra Sabia y Santa Madre la Iglesia Católica.

P. Bernardino Castro.


miércoles, 29 de junio de 2011

Reflexión sobre una "reflexión"






La reflexión la hacemos con gusto

Trasmitimos una reflexión publicada en el blog de un presbítero llamado José Luis Molina y también hacemos la reflexión pedida por éste. Felicitamos de antemano por las bonitas fotos publicadas, éstas reviven añoranzas en nuestra provincia de Sucumbíos: 



LA REFLEXIÓN LA HACEN USTEDES

Me encontré con la primera fotografía que aparece en este escrito y me motivó la siguiente reflexión:

"Hubo un hombre enviado por Dios cuyo nombre era Juan, reconocido como XXIII.(Jn. 1,6)
Hubo una Iglesia que se abrió al Espíritu Santo, y preñada por él, dio a luz un hijo y lo puso junto al trono de Dios (Ap. 12, 5) que es el mundo. A este hijo le fue puesto por nombre Concilio Vaticano II.

La mujer huyó al desierto (al lugar de los pobres) donde tiene un lugar preparado por Dios (Ap. 12, 6). Este lugar fue recibiendo nombres como Puebla, Medellín, y en ellos proclamó su opción por los pobres, su encarnación con la vida, la liberación del ser humano oprimido y degradado por el poder político, religioso, económico, cultural,... Y encontró voces que respaldaron la suya (Oscar Romero, Gerardi, Casaldáliga, Proaño,...)

Pero allí donde nació el hijo quedó el dragón sin desistir de su intención de devorarlo.

Evidentemente las fotografías de los Heraldos del Evangelio creo que no sirven para ilustrar la reflexión, ¿no les parece?. Creo que una imagen vale más que cien palabras. Estas hablan por si solas.

Tal vez, algún día les invite a emprender una búsqueda de por donde quedó, por donde andará la mujer, la Iglesia de los pobres, la de Lc. 4, 18-19 y Mt.11, 4-6.

José Luis Molina
Presbítero

Reflexión sobre la reflexión del Padre José Luis Molina:

1)    Peligroso es falsear o practicar el libre examen sobre las Sagradas Escrituras. Así comenzó Lutero. San Juan el Precursor no es Juan XXIII ni el Concilio vaticano II no es la criatura del Apocalipsis. Ni los cuatro Monseñores citados (sin darles el debido título de Monseñor…) son los mayores ni los mejores ecos de Puebla o de Medellín.

2)    Cuanto a las fotos de los Heraldos del Evangelio publicadas en ese blog, también creemos que “una imagen vale más que cien palabras”. En ellas se ve orden, disciplina, respeto, dignidad, fuerza, esfuerzo, alegría, jovialidad, perspectiva de futuro. Atributos estos que bien caben a una congregación de la Iglesia Católica.

3)    Cuanto a las citas de Lc 4, 18-19 y Mt 11, 4-6, no se logra comprender su relación con las fotografías o con los Heraldos. Son por cierto afirmaciones bellísimas y esenciales del Evangelio. Pero la hermenéutica del Padre Molina es solo de iniciados… Parece, según el mismo blog,  que es buen profesor de matemáticas, ciencias naturales, Dibujo técnico y computación. Pero en materia de Sagrada Escritura y de percepción de signos de los tiempos, deja mucho que desear.

martes, 28 de junio de 2011

Las obras de los misioneros carmelitas de isamis, “lo mejor de nuestra Iglesia”



La página web de los Carmelitas descalzos de Burgos publica un artículo del cual reproducimos un trecho:


“El Padre que habita en mí, él mismo hace sus obras… Creed a las obras”, dice Jesús a sus discípulos en el evangelio de hoy, al despedirse de ellos. Y estas mismas palabras podemos poner en boca de nuestros misioneros carmelitas de Sucumbíos ahora que también tienen que despedirse de los suyos, sus íntimos, esas gentes que han tomado como segunda familia y con quienes han convivido y compartido tanto. Desde fuera se les ha llamado de todo, menos buenos frailes, buenos carmelitas, buenos cristianos… Pero ahí están las obras demostrando todo el amor que Dios Padre por manos de estos misioneros ha derramado sobre las gentes que les fueron encomendadas. Sus obras, como las de Jesús, manifiestan a ese Dios Padre bueno, que Jesús no sólo pintó con sus parábolas, sino con sus obras de amor y caridad. Felicidades, misioneros carmelitas. Sois lo mejor de nuestra Iglesia”

“Desde fuera se les ha llamado de todo, menos buenos frailes, buenos carmelitas, buenos cristianos…”

No sabemos a qué se refiere “Desde fuera”, tal vez desde fuera de su comunidad o desde fuera de Burgos, porque la realidad es que desde dentro de Sucumbíos, muchos feligreses están escandalizados con los horrores de estos “misioneros”, existen un sinnúmero de testimonios que lo demuestra.

“Pero ahí están las obras demostrando todo el amor que Dios padre por manos de estos misioneros ha derramado… (…) Felicidades, misioneros carmelitas. Sois lo mejor de nuestra Iglesia”

¿Dónde están esa supuestas Obras?

Las más exitosas pueden cifrarse en:

- Colegio Abya Yala… llevado por los Hermanos Maristas y financiado por una compañía petrolera, detestada por los carmelitas.

- Radio Sucumbíos… una empresa comercial que poco o nada tiene de misionera.

- Companet: un cibercafé, igualmente comercial.

- La fundación de una Federación de Mujeres, de dudosa orientación política y social.

- “Pastorales” que no producen conversiones sino que se procuran un simple acompañamiento…

- ¿Y los Hospitales, los Centros de Salud, los Asilos, las iglesias y capillas terminadas y en orden, la catedral del Vicariato?

- SOBRETODO: ¿Y la práctica religiosa, la Catequesis, los Sacramentos las Eucaristías? ¿Y las vocaciones?

- ¡Y las deserciones rumbo a sectas evangélicas!

¿Qué obras están demostrando que los misioneros carmelitas son “lo mejor de nuestra Iglesia”?

El Papa, el Superior General Carmelita de Roma, el Nuncio Apostólico del Ecuador, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, el Administrador Apostólico, el Visitador Apostólico, el Delegado Pontificio, los feligreses de Sucumbíos, etc., parece que no piensan así.

Los carmelitas de Burgos se empeñan en no ver la realidad y en suscribir los errores y los horrores de Isamis.

lunes, 27 de junio de 2011

40 días de procesiones en apoyo a los Heraldos del Evangelio


Nueva Loja, 27 de junio de 2011- Sucumbíos Información.- Hoy se cumplen 40 días de procesiones diarias ininterrumpidas en provincia de Sucumbíos, tomando en cuenta que los domingos hay dos, una en la mañana y otra en la noche, es decir ya van 46 procesiones, donde asisten cientos y hasta miles de personas.

Con este acto de piedad, la población quiere manifestar su amor a la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Se pide por la paz, y por el pronto regreso de la congregación Heraldos del Evangelio a Sucumbíos.

Al mismo tiempo se rechaza todas las ofensas al Papa Benedicto XVI y al Administrador Apostólico, Mons. Rafael Ibarguren.

Se rechaza, sobre todo, la “otra Iglesia” que aspiró fundar  Mons. López Marañón durante sus 40 años de permanencia en esta provincia, donde se quiso desligar de la Iglesia institucional, fundada por Jesucristo, Dios y Señor nuestro. Por ese motivo se rechaza también a los Carmelitas, Consolatos y clero diocesano que están en rebeldía contra la Santa Sede.

En estas procesiones es muy común ver escrito en pancartas frases como estas: “¡Basta! 40 años son suficientes ¡Santo Padre, gracias por enviarnos verdaderos sacerdotes! somos la Iglesia de Cristo, no un partido político, exigimos respeto”. Como se puede apreciar, la población está saturada de estos cuarenta años de una seudo Iglesia, donde se manipulaba políticamente a los feligreses.

Se escucha una exclamación calma y sincera de un peregrino: “la luz de cada una de las velas que aquí portamos, es la esperanza del cambio en la Iglesia”, notamos como los católicos están hartos de la secta isamis. Esto es muy claro, todos quieren la Iglesia Católica de siempre y no el experimento de la mal llamada “Teología de la Liberación”.

Por otro lado, los católicos están muy satisfecho de que el Papa haya enviado a Sucumbíos, la congregación Heraldos del Evangelio, quienes, según afirman “han traído a la Provincia la Fe que se estaba perdiendo”.

Otras frases muy escuchadas son: “hermanos unámonos para salvar la verdadera Iglesia”, “Heraldos amigos Sucumbíos está contigo”

O también: “¡Únete pueblo, únete ya, hasta que los Heraldos puedan regresar!”

Pero sobre todo se escucha todos los días en unánime exclamación de amor a la Iglesia Católica: “¡Viva el Papa!..” “¡Vivan los Heraldos!..”.

Videos: 

domingo, 26 de junio de 2011

39 días de procesiones en apoyo a los Heraldos del Evangelio

Nueva Loja, 25 de junio de 2011- Sucumbíos Información.- Hoy se cumplen 39 días de procesiones diarias ininterrumpidas en provincia de Sucumbíos, tomando en cuenta que los domingos hay dos, una en la mañana y otra en la noche, es decir ya van 45 procesiones, donde asisten cientos y hasta miles de personas, pidiendo por la paz , que se respete al Papa Benedicto XVI y al Administrador Apostólico, Mons. Rafael Ibarguren, y que regrese la congregación Heraldos del Evangelio a Sucumbíos.



Nos pareció oportuno destacar un reportaje realizado por un medio informativo local de Lago Agrio, se trata de la Revista Eclosión Amazónica. Es bueno saber la apreciación de los medios locales de la provincia, porque lamentablemente los corresponsales en Sucumbíos de muchos medios de comunicación nacionales e internacionales son agentes isamitas, éstos han divulgados muchas noticias parcializadas y orientadas, y lo que es peor, noticias deformadas y mentirosas, empezando por radio Sucumbíos y terminando por el Sr. Víctor Gómez (conocido por realizar actos contrarios a la ética profesional del periodismo) corresponsal del Diario El Universo.

A continuación el reportaje:

Piden regreso de los Heraldos del Evangelio a Sucumbíos

Reportaje: Apoyo a los Heraldos y rechazo a Carmelitas y Diocesanos

Como de costumbre todas las noches, después de la salida forzosa de los Heraldos del Evangelio, moradores de Lago Agrio, se toman las calles para marchar por su retorno y la expulsión definitiva de los Diocesanos  de la línea de Carmelitas, que protagonizaron la toma de la catedral, en resistencia al cese de su mandato.

A la caravana se suman personas de varias parroquias y comunidades del cantón, que aducen haber sido engañadas por radio Sucumbíos, propiedad de Isamis.

El apoyo a los Caballeros de la Virgen es unánime, principalmente por la población urbana que anhela la despolitización de la iglesia, para dar paso a una verdadera evangelización desde la línea de los Heraldos.

Las pancartas que portan los manifestantes tienen mensajes de rechazo a la administración pasada, que ha dejado mucho que desear luego de los actos violentos que llevaron a cabo por defender sus intereses enraizados durante 40 años en la provincia de Sucumbíos.

“¡Basta! 40 años son suficientes, Santo Padre, gracias por enviarnos verdaderos sacerdotes, somos la iglesia de Cristo, no un partido político, exigimos respeto”; “hermanos unámonos para salvar la verdadera iglesia”, “Heraldos amigos Sucumbíos está contigo”, “queremos a los Heraldos”.


Miles de manifestantes marchan pacíficamente con globos y banderas blancas y amarillas, color de la provincia, escoltados por la Policía para resguardar el orden, mientras al costado la población observa un poco impaciente, por el problema suscitado, que ha hecho que la fe se vea dividida, así mismo las críticas contra los curas rebeldes (Carmelitas y Diocesanos), es el pan de todos los días de boca del colectivo, convencido que el levantamiento es por defender intereses económicos y políticos de un grupo de familias de Lago Agrio, que manejaban la fe a su antojo.

El pedido de regreso de los Heraldos, se divisa en los mensajes que su paso deja observar el recorrido que inicia a partir de las 7 de la noche desde las instalaciones del Banco Nacional de Fomento, “la luz de cada una de las velas que aquí portamos, es la esperanza del cambio en la iglesia”, dijo una participante de la caminata. Mientras el característico MAZDA color verde, portando el altoparlante, en una sola voz enfatiza “Queremos un nuevo modelo de iglesia, abajo la iglesia corrupta y politizada, queremos el retorno de los Heraldos, súmate pueblo”.



Heridas abiertas 

El tema ha sembrado heridas difícil de cicatrizar en los feligreses, que defienden por separado su postura religiosa, sin tomar en cuenta la verdadera doctrina de Jesús, que murió en la cruz por el pecado de la humanidad. 

Los curas alzados que armaron todo un escándalo, que demostraron el odio, que empuñaron palos y piedras, y que estuvieron al servicio de la política, son los mismos que hoy siguen hablando de amor y perdón al prójimo, con sus manos cogen la ostia y en nombre del padre y del hijo, intentan hacer creer la veracidad de su palabra. No obstante es fácil darse cuenta en la gente, que ellos ya perdieron la credibilidad.      

Genoveva Altamirado, del comité de defensa de los Heraldos, se muestra preocupada por el golpe sufrido a la fe de los católicos, por parte de sacerdotes Diocesanos y Camelitas, a quienes les dijo “no deberían dar cara en la misa”.

El 11 de junio el Movimiento de Renovación Carismática Católica, resolvió “Respetar la jerarquía de la iglesia y autoridad del Santo Padre, al nombramiento de la nueva administración apostólica de ISAMIS en octubre del año pasado, al padre Rafael Ibarguren de la congregación Heraldos del Evangelio.

Por el regreso de los Heraldos hasta las últimas consecuencias 

Si bien se dio la salida de los Carmelitas, no así de los Diocesanos que aún se mantienen en Isamis, por lo que se pide su salida definitiva, sostuvo Altamirano. Para ella los Heraldos  no han cometido ninguna inmoralidad, ellos fueron enviados por  mandato de la Santa Sede a trabajar por la fe, por tal razon está dispuetos a jugarse las últimas consecuencias, con el fin de conseguir el regreso de los  Heraldos a Sucumbíos, en quienes vieron la real evangelizacion. “Nuestra iglesia ya lleva  más de dos mil años desde que llegó nuestro señor Jesucristo y no como los 40 años de monseñor Gonzalo López Marañón, donde ellos tiene  sus propios  santos y leyes”, expresó.

El retorno de los sacerdotes, solo depende del Santo Papa, quien hasta el momento no ha dado marcha atrás en el nombramiento de Ibarguren. De allí que no se puede hablar de una expulsión sino simplemente de una salida provisional, sentenció la delegada de prensa, de la Renovación Carismática.


El ex-obispo, se opone al retorno de los Heraldos y defiende su trabajo.

Mientras en Lago Agrio no se vislumbra una solución al enfrentamiento religioso, el ex-obispo sigue en el ayuno progresivo por la reconciliación de Sucumbíos, sin embargo su posición está condicionada a dejar el anterior sistema de iglesia y a no permitir el regreso de los Heraldos a la provincia amazónica; al menos eso es lo que ha pedido a la gente, “no hablar del arribo de los Caballeros de la Virgen”. 



Para que su ayuno concluya, Marañón quiere señales concretas de reconciliación. Por ejemplo, que no se repitan más las agresiones verbales dirigidas contra el clero diocesano y las comunidades eclesiales de base; que no haya exigencias de expulsión del clero diocesano, ni manifestaciones de regreso de los Heraldos


El Presidente Rafael Correa, que lo ha visitado al místico en varias ocasiones, le ha pedido que levante el ayuno y que respete la decisión de la Santa Sede.


Por Fernando Chumaña. Redacción Lago Agrio.


sábado, 25 de junio de 2011

No turbar la unidad de la Iglesia

Autor: José Maria Iraburu | Fuente: Infidelidades en la Iglesia

Hoy también son muchos los Obispos permisivos con los disidentes –o promotores de ellos–, que así actúan por una falsa idea de la unidad y de la paz en la Iglesia de Cristo
La inhibición de la autoridad pastoral, ya lo hemos dicho, no procede necesariamente del miedo a la Cruz o de otras causas claramente culpables. Procede muchas veces de errores, como el semipelagianismo. Y también de una falsa concepción de la unidad de la Iglesia.

La proclamación fuerte de la verdad y la severa refutación del error y de los errantes –se estima–, podrían resquebrajar la unidad de la comunidad eclesial, podrían dar lugar en la Iglesia a guerras internas, tensiones y cismas. Es, pues, conveniente decir la verdad con suavidad, y sobre todo es preciso no condenar el error –y menos aún a los que yerran–, pues la verdad, ella sola, tiene poder para prevalecer pronto o tarde en el pueblo cristiano. Para eso está el Espíritu Santo. Hay que tener esperanza, mucha esperanza.

Esta actitud pastoral, hoy tan frecuente, tiene que ser falsa necesariamente, pues dista años-luz de la mantenida por Cristo, por los Apóstoles, y por todos los santos Pastores de la historia de la Iglesia.

«Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino que se encienda?... ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os digo que no, sino la división» (Lc 12,49.51).

La unidad de la Iglesia es unidad en la verdad, unidad en una sola fe, en un mismo Espíritu. Otra unidad será puramente sociológica o solo aparente. Aunque si hemos de ser del todo sinceros, ni siquiera es aparente la unidad de la Iglesia allí donde se permite la disidencia doctrinal y la arbitrariedad contra la disciplina. Por el contrario, todo es pura división, lucha sorda continua, convivencia tensa, incapacidad de hablar y de trabajar juntos.

Por otra parte, siempre los defensores de la verdad contra el error han sido descalificados por los transigentes como perturbadores intransigentes de «la paz» de la Iglesia. La trampa es viejísima.

San Atanasio (+373), que es desterrado cinco veces de su sede episcopal de Alejandría, es considerado por aquellos obispos católicos, que eran cómplices activos o pasivos del arrianismo, como un fanático revolvedor de la Iglesia. La firmeza en la fe puede parecer a veces obstinación, orgullo, dureza, inflexibilidad, falta de solidaridad episcopal. Casi solo frente al terrible error cristológico, recibe Atanasio, no obstante, alguna ayuda. Una de las más preciosas es la de San Hilario (+367), «el Atanasio de Occidente», que movilizó a los Obispos galos contra el arrianismo. Refiere su biógrafo, Sulpicio Severo, que éste era llamado por los arrianos «perturbador de la paz en Occidente» (2,45,4).

Hoy también son muchos los Obispos permisivos con los disidentes –o promotores de ellos–, que así actúan por una falsa idea de la unidad y de la paz en la Iglesia de Cristo. Dejan así a las ovejas, que les han sido confiadas, a merced de los lobos que entre ellas se introducen.

El Cardenal Joseph Ratzinger, en una homilía pronunciada cuando era arzobispo de Munich y Freising, hacía notar que al Magisterio eclesiástico «se le confía la tarea de defender la fe de los sencillos contra el poder de los intelectuales» (31-XII-1979).

Cuando los doctores católicos son humildes, guardan ante la fe de la Iglesia una actitud discipular, e iluminan con sus enseñanzas al pueblo de Dios. Pero cuando son soberbios, y se atreven a juzgar la fe de la Iglesia, poniéndose sobre ella, causan entre los cristianos terribles daños –sobre todo cuando se hacen con el poder en las editoriales y en los medios de comunicación–. Destruyen espantosamente la unidad y la paz de la Iglesia. Amonestados una y otra vez, deben ser frenados y rechazados (Tit 3,10). Son «anticristos» (1Jn 2,18ss).


viernes, 24 de junio de 2011

A propósito de unas declaraciones del Padre Edgar Pinos: ¡Quedó muy mal!

P. Edgar Pinos, sacerdote diocesano de Isamis en rebeldía contra la Santa Sede

¡Qué mal se vio la entrevista en el canal del Estado! mientras que el Padre Pinos defendió lo indefendible y afirmó los disparates que vamos a comentar, la Dra. Genoveva y el Ingeniero Royden España explicaban con lógica y claridad sus posiciones.

Cuando el periodista le pregunta al Padre Pinos cuál es la iglesia que él pretendía y que empieza a desaparecer de Sucumbíos, él elaboró una definición bien enredada y difícil de entender; dándose cuenta del desconcierto de los presentes resolvió explicarla… y ¡la embarró más!

En efecto, primero dijo textualmente “Es la utopía de Isamis, el sueño, así como Jesús tenía el sueño del reino de Dios y para eso vino; es la liberación integral de los hombres y mujeres, desde los pobres, por la causa del reino”.

Bueno, este lenguaje no es muy claro para los fieles y mucho menos para un televidente desprevenido; lo entienden solo los iniciados. En primer lugar, hablar de “utopía” es hablar de una cosa irrealizable. Ya empezó mal. En segundo lugar, tratar de soñador a Jesús es un poco irreverente. Jesús tenía un ideal muy preciso y lo realizó a cabalidad. Él fue enviado por el Padre y en obediencia a Él anunció el Reino y llamó a todos a la conversión. Más que un “sueño” era una pasión.

Luego nos dice que la meta de Jesús es la “liberación integral de hombres y mujeres”. ¡Pero esos términos son muy profanos y laicos! También Carlos Marx, el Mahatma Gandi o Camilo Torres podrían suscribir esta afirmación. Nos gustaría ver en la boca de un sacerdote católico algo más o menos así: “Jesús vino para destruir el pecado, a reconciliar a la humanidad con Dios y abrirnos las puertas del Cielo”. Es lo que los niños y los adultos aprendemos en las catequesis.

Después, hablar de “liberación integral” es una redundancia, pues la liberación es integral o no es liberación. Imaginar que Jesús “soñó” una liberación a medias… sería una blasfemia. Por otro lado, hubiera sido bueno que el Padre Pinos nos hubiese explicado de qué liberación se trata ¿liberación de estructuras políticas y económicas? o ¿liberación del pecado? Este punto es muy importante. Porque recordemos que Jesús no luchó contra el imperio Romano como querían los judíos, luchó contra el error, el fariseísmo, contra los mercaderes del templo, contra la falta de fe de sus discípulos, contra el propio diablo que lo tentó.

Otra cosa: hablar de “hombres y mujeres” es otra redundancia, muy a gusto de las corrientes feministas, acaso de la Federación de Mujeres de Sucumbíos. Durante veinte siglos de cristianismo, las personas sensatas han sobreentendido que el hombre y la mujer son una sola cosa, se trata del género humano, y cuando uno dice “los hombres…” sencillamente se refiere a la humanidad. San Pablo nos dice que desde la redención de Jesús ya no hay judío o gentil, libre o esclavo, hombre o mujer: todos somos uno en Cristo.
Ing. Royden España defiende la Iglesia Católica en Sucumbíos

No se entiende eso de “desde los pobres”. La liberación es desde cualquier situación en que uno se encuentre. Si se trata de los pobres de espíritu, está claro. Pero parece que se trata de un problema de bolsillo, un problema de clase, un problema de lucha… Un problema de lucha de clases. “Pobres siempre los tendréis” dijo Jesús a Judas cuando éste se quejó de que María Magdalena (¡una aristócrata!) derramara un perfume carísimo sobre sus pies. Entonces si siempre habrá pobres, la liberación de Isamis es verdaderamente una utopía, es irrealizable eso de que se los libere integralmente.  Nos preguntamos ¿Por qué deformar el mensaje de Cristo y forjar otra meta para los cristianos? ¿Por qué no atenerse a la enseñanza social de la Iglesia en vez de elaborar teorías y prácticas equívocas o falsas?

Bien, sigamos. “Por causa del reino”, dice el padre Pinos. Pero, una vez más, no aclara qué es el reino. En el Evangelio se anuncia el Reino, pero al mismo tiempo Jesús dice que ya llegó y está en medio de nosotros. En el Padre Nuestro pedimos “venga a nosotros Tu Reino” y el Catecismo de la Iglesia nos explica que aquí pedimos que Dios sea obedecido y reconocido como rey y maestro de todas las personas del mundo, que reine en nuestras almas por medio de la gracia, y que un día nos lleve a su Reino en los Cielos. Todo esto es muy claro, es la doctrina católica.

Para el Padre Pinos ¿Qué es el reino? ¿Es un logro temporal? ¿Se trata del reino de los cielos? ¿Se trata de la tierra nueva y de los cielos nuevos que se establecerán después del fin del mundo? ¿Se trata de un reino milenarista como parece sugerir el Apocalipsis? Nada de eso se explica y los telespectadores no entienden la meta de la iglesia del padre Pinos. Hubiera sido deseable que su definición fuese más accesible y sencilla y menos sofisticada.

Después de decirnos su original fórmula que comentábamos más arriba, nos la explicó así en la televisión: “Según la práctica histórica de Jesús -que caminó con los pobres y desde allí también se dirigió al publicano, al fariseo, a Poncio Pilatos, al imperio, a todos, pero desde los pobres. La Iglesia necesita colocarse históricamente en un lugar: o bien está con unos o con otros. Y desde ahí hace para todos”.

No sabemos bien qué estudios históricos o teológicos habrá hecho el Padre Pinos, tampoco qué estudios de gramática; esta explicación es muy triste. Una vez más, se diría que si se trata de los “pobres de espíritu” su explicación podría tener sentido, pues es claro que Jesús fue pobre y humilde, aunque era de estirpe regia, príncipe de la casa de David. Pero si para caracterizar lo que sea un pobre se trata de una cuestión monetaria o de situación social, pues su explicación es lamentable.

La Iglesia necesita colocarse históricamente en un lugar” dice. Su lugar originario es el Corazón de Cristo y su situación fundacional es la roca de Pedro sobre la cual fue instituida. Pero en realidad su lugar… es el universo entero: “vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio”. El lugar histórico de la Iglesia fueron todos los escenarios en que se desarrolló su historia: El templo, las sinagogas, las catacumbas, los palacios, los desiertos, los monasterios, las catedrales, las universidades, las misiones, los campos, las ciudades, los tugurios, los hospitales, las familias… La Iglesia es la comunión de los fieles bautizados unidos a su cabeza, Cristo. Y, aunque ella es básicamente una realidad espiritual, ella está donde están los cristianos. La Iglesia no está en Roma o en Sucumbíos. Está en donde se la confiesa y se la vive.
Dra. Genoveva Altamirano en contra de la secta isamita

¿Cómo es eso de que la Iglesia “o bien está con unos o con otros”? Eso es una aberración. La Iglesia está con todos, como Jesús estuvo con todos y no excluyó a nadie. Ni a Judas, a quien lavó los pies y le llamó “amigo” en el momento mismo en que lo traicionaba.

La Iglesia de Isamis sí excluye a los que no congenian con ella. Ni siquiera se preocupa de convertirlos o de buscar adeptos en ambientes ajenos a su perfil supuestamente pobre, popular y comunitario. Y el Padre Pinos lo ha dicho en declaraciones públicas: los comerciantes, los militares, los policías, la gente de la élite… Al pobre señor  Royden España, que es un hombre de origen humilde y trabajador, lo acusó en el programa de TV de ser portavoz de los católicos cuando en realidad, dijo, “no ponía antes los pies en la Iglesia” ¡Es que las iglesias del Vicariato estaban cerradas o atendidas por gente de Isamis que no daban ni el pan de la Eucaristía ni el de la Palabra a los fieles! En vez de celebrar que una oveja se acerca al redil y se integra en él, el Padre Pinos la fulmina con su pobre labia. Definitivamente, este sacerdote de Isamis “está con unos” y no “con otros”.