Nueva Loja, 8 de Marzo de 2012- Sucumbíos Información.- Ayer por la mañana en una celebración Eucarística tomó posesión como Administrador Apostólico del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos Mons. Paolo Mietto C.S.J, Obispo titular de Muzuca de Bizacena y Vicario Apostólico Emérito del Napo.
La Eucaristía fue presidida por el Sr. Nuncio Apostólico en el Ecuador, Mons. Giacomo Guido Ottonello, contó con la presencia de las autoridades de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, autoridades civiles, sacerdotes del Vicariato y sacerdotes de otras diócesis que han ayudado en las labores pastorales en los últimos meses en este Vicariato, y fieles en general.
En la homilía el Nuncio Apostólico dijo que el Señor concede a Mons. Paolo Mietto una nueva misión, ser Padre y Pastor del pueblo que se le ha confiado en este Vicariato Apostólico, Mons. Mietto viene a vosotros queridos hermanos y hermanas de Sucumbíos en nombre del Señor a anunciar el Evangelio que la Iglesia de Cristo a recibido, proclamado, defendido y testimoniado siempre. Al dirigirse a los sacerdotes destacó la necesidad de ser reverentes en la celebración diaria de la liturgia eucarística y celosos en la predicación de la Palabra de Dios.
Mons. Paolo Mietto durante su intervención hizo un llamado a la unidad del pueblo de Sucumbíos a quienes dijo: “me sumo a la fe de ustedes pueblo católico de Sucumbíos (...), permítanme sentirme como uno de ustedes, pero con ustedes y junto con ustedes como me siento ahora deudor, me siento en deuda, deudor de comunión con la Iglesia que vive y crece en el Ecuador en sus diferentes Arquidiócesis, Diócesis y Vicariatos, me siento endeudado con ustedes, y tenemos que sentirnos endeudados todos porque ha sido público el distanciamiento y la división entre nosotros pueblo de Dios en Sucumbíos”.
Al referirse a los problemas surgidos en el Vicariato señaló que “el magnífico proyecto de Dios Padre quedó desdibujado” en este largo año sin embargo “tengo un sueño, el sueño que desde hoy asumamos todos: obispos, religiosos, sacerdotes, consagrados, pueblo todo, el desafío de hacer del pueblo católico que vive en Sucumbíos una iglesia misionera y profética, hacer de San Miguel de Sucumbíos una verdadera casa y escuela de comunión”.
Para lograr esta casa de comunión Mons. Paolo Mietto pidió poner en prácticas varias iniciativas; la primera de ellas: pidió a los religiosos, sacerdotes y movimientos católicos del Vicariato que organicen una jornada de oración, este jueves 8 de marzo a las 19h00; invitó a todos los asistentes a participar en esta hora de oración como primera expresión de comunión del pueblo de Sucumbíos. Convocó también a los representantes de las agrupaciones a una reunión para el próximo lunes 12 de marzo.
Recordó a Mons. Gonzalo López Marañón, agradeció su labor social durante 40 años, agradeció también a los misioneros carmelitas que durante 80 años han colaborado en el crecimiento social, físico, moral, intelectual y espiritual de la población de este del Vicariato. De igual manera recordó y agradeció a Mons. Rafael Ibarguren de los Heraldos del Evangelio, ex administrador apostólico de Sucumbíos. Y por último agradeció también a Mons. Ángel Polivio Sánchez, por su labor como Delegado Pontificio para Sucumbíos.
Al final de la Eucaristía dio a conocer que el Santo Padre Benedicto XVI envió una bendición especial para Sucumbíos.
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