“Cuba, desde 50 años, está levantando la bandera de esta lucha por la dignidad, la libertad y la solidaridad, a pesar del embargo norteamericano y de las mentiras de los grandes medios de comunicación internacionales. Cuba nos sigue mostrando un camino de humanización y de identidad, faro para muchos países.”
¿De quién es esta declaración? ¿De Fidel Castro? ¿De Hugo Chávez? No. De un sacerdote Isamita: el inefable Padre Pierre (El Telégrafo, 3/8/11)
Imaginemos que ese modelo de “dignidad, libertad, solidaridad y camino de humanización” fuese implantado en Sucumbíos ¡Pobres de nosotros! Pero ese es el ideal que nos desea el Padre Pierre.
La Cuba del dictador vitalicio y plenipotenciario Fidel Castro –con sus cárceles y su pobreza proverbial- sería un “faro para muchos países”… más o menos como Monseñor Gonzalo pretendía que el Isamis de Sucumbíos –supuestamente fiel eco del Vaticano II y de Aparecida (?)- sea modelo para otras diócesis y vicariatos del Ecuador y del mundo.
Qué la Virgen del Cisne nos libre de la luz negra del faro cubano y nos haga vivir en plenitud las enseñanzas luminosas del Concilio y de Aparecida.
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