lunes, 25 de julio de 2011

La Iglesia Católica de Lago Agrio quedó partida en dos

Continúa manifestándose la Prensa local al respecto de las contrariedades de la Iglesia Católica en Sucumbíos.
                                        
Hasta ahora los medios de comunicación de nuestra provincia coinciden en muchos datos, el único medio local que tiene una versión completamente diferente es Radio Sucumbíos (de propiedad del Vicariato y que se encuentra tomada por sus trabajadores, activistas de la secta isamis). Esta radio mucho se ha caracterizado por la falta de profesionalismo y honestidad al trasmitir sus noticias.

Esta vez  la revista -Boga- de Lago Agrio, ofrece a sus lectores una versión resumida de los hechos, donde muestra como la Iglesia católica quedó partida en dos, de un lado el pueblo Católico y del otro, religiosos rebeldes que crearon la secta de isamis y que ahora tienen apoyo de un grupito de personas que vivían económicamente de ellos. Veamos: 

 

DIVISIÓN
La IGLESIA católica de LAGO AGRIO quedó partida en dos.

Tres congregaciones religiosas han estado involucradas en una situación que dividió a los seguidores de la religión católica. Con la salida de los Carmelitas, sus seguidores salieron de escenario; los seguidores de los Heraldos piden su retorno. La venida de monseñor  Ángel Polibio Sánchez no solucionó el problema.

Después de lo que he visto y he escuchado, ¡me declaro hereje!”, dijo públicamente, un conocido comunicador de nuestra ciudad. Lo dijo con tanta seguridad y al mismo tiempo con cierta rebeldía y amargura, por las situaciones increíbles en las que la ciudadanía de Lago Agrio fue testigo, al observar el comportamiento de representantes de la iglesia, grupos rebeldes, que creyeron que la iglesia es de ellos, acolitados por un grupo de irresponsables que incitaron a imponer el desorden, aprovechando su “fuente de trabajo” que no les pertenece. A veces el absurdo y la falta de ética, combinadas  con la ignorancia, pueden más que un acto de recapacitación y raciocinio. Otro católico devoto a asistir a misa todos los domingos, dijo que la única opción que le queda “será ver misa por la televisión”. Para Gustavo, un laborioso padre de familia que con la venta diaria de periódicos multiplica el pan que a diario tiene que dar a su esposa y dos hijas, en su filosofía práctica de la vida y su experiencia adquirida en la universidad de la vida, la conclusión que él tiene de estos incidentes, tienen un denominador común claro:”se les acabó la teta”, dice.  Gustavo siempre fue católico; es más, está seguro que con la bendición de Dios a  quien todas las mañanas le pide bendiciones, dice que siempre tiene un buen día en sus ventas, con lo que a veces puede llevar alguna golosina a sus dos niñas.

Resquebrajada, humillada, avergonzada y dividida, quedó la iglesia católica de Sucumbíos, después de los acontecimientos que se suscitaron a partir de octubre con la presencia de la nueva congregación religiosa, los Heraldos del Evangelio, enviada por sus superiores para realizar su trabajo de evangelización en esta provincia, donde por un tiempo de 40 años, estuvo la congregación religiosa de los Carmelitas Descalzos. Solo que éstos se creyeron con el derecho se continuar eternamente su trabajo evangelizador, desoyendo órdenes de la Santa Sede.

El inicio de la controversia  fue en la supuesta marcha para la celebración del “Día Internacional de la Mujer” que no se realizó el 8 de marzo, sino unos días después; marcha que desencadenó (con engaños de todo tipo) en una marcha de rechazo hacia los Heraldos del Evangelio y pedido para que abandonen Sucumbíos, ante la sorpresa de cientos de mujeres, a quienes les dijeron que se las invitaba para celebrar el Día Internacional de la Mujer. La marcha se detuvo ante el edificio de la gobernación para presentar a la Gobernadora (Gaitán Celín,  encargado)  un pliego de peticiones en el que se pedía la salida inmediata de los recién llegados. Esta marcha desencadenó en un abandono mayoritario de mujeres al saberse engañadas y utilizadas para un evento de protesta de la que nunca les mencionaron.

Ese día, Delia Malvay, presidenta de la Federación de Mujeres, trajo el vehículo del Municipio de Sucumbíos, (cuyo Alcalde es de País) lleno de mujeres de ese cantón.

Ese domingo cientos de damas almorzaban en las veredas contiguas a la Catedral, en espera de retornar a sus hogares. Respecto a quien financiaba la comida y traída de las mujeres de ese cantón, la presidenta dijo que eran recursos recogidos en la misma agrupación de la Federación de Mujeres, “nosotras siempre reunimos fondos donados por personas de buena voluntad y organizamos las marchas y para gastos de desplazamiento y alimentación” dijo. Mientras algunas voces mencionaron que ese gasto viene de una autoridad.

Mientras los Heraldos realizaban su trabajo  de evangelización y de acercamiento con las comunidades urbanas y rurales –e iban ganándose el respeto, admiración y cariño de la gente- el otro bando no descansaba en tomarse las iglesias, poner candados y hasta hacer zanjas para que no haya acceso a dichos templos religiosos.

Se arma el escándalo.

Todo parecía transcurrir con normalidad, con el silencio y parsimonia de los Heraldos,  pero dentro de un ambiente de tensa calma para la ciudadanía.

La venida del presidente Rafael Correa a esta ciudad, semanas antes de la consulta, fue la oportunidad para que los dos bandos conversaran con el Presidente. Como un acto de suerte o milagro catalogaron la comisión que representó a los Heraldos, la oportunidad de poder dialogar con el primer Mandatario. Correa ignoraba muchas situaciones, dado que se le había mal informado desde  una autoridad provincial. “no me han estado informando las cosas como son” había dicho en esa ocasión en el aeropuerto de esta ciudad. Calificó de actos criminales el hecho de hacer zanjas a la entrada de las iglesia y el de poner candados.

El presidente vino con la intención de promocionar el SI para la consulta. Después de su presentación en la calle 12 de Febrero, visitó a los seguidores  de los Carmelitas que se habían instalado o tomado el ingreso a la Catedral, donde pusieron improvisadas carpas de plástico y pasaban en vigilia cada noche.

Esa mañana el lugar se adornó con globos y se invitó a niños que llegaron de los cantones, para supuestamente ofrecer a los niños un programa de distracción.  Allí el payaso, arengaba a los niños a gritar “fuera los Heraldos del Evangelio” igual a los adultos, con consignas que dejaban en mal predicamento a los Heraldos. Allí también estuvo el Presidente y la Gobernadora, quien tuvo que soportar consignas de  rechazo de la gente.

Sin embargo, pese a la conversación de los dos grupos la situación no cambió y cada vez empeoró. Los grupos que apoyan a los Carmelitas, sienten como que el asunto se les va de las manos y cada vez presionan con más ímpetu, ante las autoridades que se sienten impotentes de poder ayudar a solucionar el impase. Los compromisos y la impotencia de ayudar al orden pueden más e incluso se dice que están protegiendo a estos grupos que reclaman su derecho de haber estado en su labor social durante 40 años y que han tenido siempre especial incidencia en la política de la provincia.

Luego el Presidente se dirigió a Lago Sistema, para  entrevista con tres comunicadores que le esperaban en dicho canal. Mientras Correa recibía las vivas y aplausos de los presentes en la calle, junto al canal, el asambleísta Armando Aguilar era pifiado y debió escuchar gritos de rechazo. Correa siempre se mantuvo en que era un asunto de la iglesia,  y por tanto  “la iglesia debe solucionar el problema”.

Crisis laboral: viene dándose desde antes que la congregación religiosa “los Heraldos del Evangelio” están a cargo de la Iglesia de Sucumbíos, por cuanto la estación hizo suyo el problema o impase entre los Carmelitas y los recién llegados  Heraldos del Evangelio. A partir de entonces la estación pregonó a través de sus noticieros y otras programaciones, de la ruptura de un proceso de 40 años de vigencia de los Carmelitas,  aupados por  organizaciones como “federación de mujeres” y otras instancias. El lunes 16 de mayo se les entregó una notificación a los trabajadores, respecto a la culminación de sus servicios,  que provocó, los problemas que posteriormente se suscitaron. Entre estos, la sacada de forma atropellada a elementos de los Heraldos del Evangelio, donde uno de ellos sufrió  golpes y cayó pesadamente sobre las gradas.

Desde entonces dos bandos se dispusieron en las afueras de la radio. Un grupo a favor de los Carmelitas y otro en favor de los Heraldos.  La radio no va a cambiar sino simplemente algunos empleados, “es la cosa más común que hay” dijo un vocero de los Heraldos, por eso se les ha entregado esa notificación.

El grupo que respalda a los Heraldos, solo clama dos consignas que molesta al otro. AUDITORIA, AUDITORIA;  ó “SE LES ACABÓ LA TETA, SE LES ACABÓ LA TETA”. Esto incomodaba al grupo que respalda a la radio, hasta el punto de levantar la voz, para que no se escuche, dichas consigas.

En el piso, un religioso de los Heraldos después
de ser agredido físicamente por trabajadores
de la radio y demás activistas de isamis 
Mientras el Agente fiscal daba declaraciones, fue evidente que la muchedumbre (movilizada por el grupo isamis-carmelita) con gritos de diversa índole quería entorpecer el trabajo de los medios y no se escuche sus declaraciones. La prensa también ha debido recibir su parte, carterazos, empujones y hasta bofetadas, como fue objeto una compañera. Además del epíteto permanente de “prensa corrupta”.

Esa mañana llegó la Gobernadora  Nancy Morocho, y ante los gritos de “fuera los Heraldos y fuera la Gobernadora”  señaló que no era una situación que les incumbía a las autoridades, sino que es un problema que tienen que solucionar en el interior de la iglesia.

Delia Malvay,  presidenta de la federación de mujeres de Sucumbíos quien reside en La Bonita, jurisdicción del cantón Sucumbíos, señaló que la única condición para negociar era: la salida  de los heraldos.


Reunión con la Gobernadora

La gobernadora, Dra. Nancy Morocho, impide la actuación
legal del fiscal y de la Policía 
(Esto dio ánimo a los trabajadores
para que se tomen violentamente la radio)
Si usted no hubiera intervenido no estaríamos pasando esto que estamos pasando, como es la toma de la Iglesia”, le dijeron a la Gobernadora, los representantes de los Heraldos del Evangelio que el martes 17 en la noche se reunieron  – en el despacho de la gobernadora- y delegados del Ministerio del Interior. Esto en referencia al momento de cuando la Policía estaba haciendo desalojar a los empleados de la radio, de manera pacífica: llegó la gobernadora, doctora Nancy Morocho e impidió que el personal fuera sacado de la estación.

Esto provocó acciones que pasaron a mayores problemas. Los locutores de la estación convocaron a las comunidades indígenas; el grupo de rebeldes se acrecentó y procedieron a tomarse la iglesia. Esto ante la vista de la Policía y autoridades de justicia, que todo lo que  hacían fue: resguardar la integridad de quienes se tomaron la iglesia, ya que no dejaban entrar a nadie, mientras que por un costado de la Catedral, de las organizaciones de mujeres entraban y salían ante la vista de la misma Policía.

Los seguidores de los Heraldos acusan de estar parcializados, tanto el alcalde Yofre Poma como el asambleísta Armando Aguilar, a quien se le estaría pidiendo la revocatoria, por cuanto sectores como el Magisterio,  choferes y otros sectores no están de acuerdo con el trabajo o nulo trabajo en la Asamblea Nacional. Hasta el 19 de mayo habían  10 mil firmas en apoyo a la revocatoria del asambleísta quien esta parcializado directamente a favor de la congregación de los Carmelitas. Dijeron.

La toma de la catedral fue advertida por un indígena que se dirigió a los presentes en las afueras de Radio Sucumbíos y dijo que él se iba a tomar la Iglesia “y no queremos que intervenga la Policía ni el Ejército” dijo y se dirigió hacia el centro  de la ciudad en pro de cumplir su promesa, con su lanza en la mano.

Lo dijo por los altoparlantes y todos lo escucharon hasta la misma policía. El próximo evento fue ver a los seguidores de los Carmelitas en el interior de la Iglesia, mientas en el interior mismo de la iglesia, los indígenas destrozaban ropa de los monaguillos, de los sacerdotes y más destrozos. Afuera la Policía custodiaba y “hacía respetar el orden”.

Radio Sucumbíos está  quebrada.

Tiene un déficit al momento de 27 mil dólares; mantiene una plantilla de trabajadores de alrededor de 20 empleados, quienes en horas extras perciben montos superiores a su sueldo –cuando en Radio Católica que funciona a nivel nacional, solo tiene 12 trabajadores, dijeron el grupo que visitó a la Gobernadora- . La radio tiene un ingreso de considerable del que el 70 porciento este monto  se va en sueldos, se gasta 17 mil dólares en movilización. Esto sumado a otros gastos de operatividad de la radio, arroja un déficit de 27 mil dólares en el 2010. De continuar así, hasta fin de año,  las pérdidas serían de cerca de 80 mil dólares en el 2011.

Se pidió que se silencie la radio. Pues los  trabajadores, solo están instigando al desorden y a los desmanes por parte de los indígenas que se ha tomado la iglesia. El padre Ricardo del Campo, expuso a la Gobernadora la situación legal de los trabajadores.

El Pro-Vicario, Padre Ricardo del Campo EP, en rueda de prensa
Según encuestas realizadas por la misma Radio y que lograron obtener esos datos los seguidores de los Heraldos, la gente de la provincia cada vez está más convencida de la buena labor que realiza esta congregación religiosa. Lamentablemente Radio Sucumbíos se ha dedicado a desprestigiarlos.

Los rumores de que los seguidores de los  Carmelitas se tomen uno de los últimos reductos que quedan: el Vicariato, en la vía al Aguarico, donde se hospedan los Heraldos, crecieron con el transcurso de la noche del miércoles 18, al punto de que varios seguidores de los Heraldos se trasladaron al lugar para prestar protección a dicha congregación, quienes señalaron que se han visto amenazados, vejados sin que autoridad alguna pueda hacer algo por parar este problema que mantiene polarizada a la comunidad.

En el lugar se encontraban algunos elementos de la Policía resguardando el sitio. El Capitán de Policía Álvaro Carrera era quien estaba al mando de un grupo de policías que custodiaban la entrada principal y dos posibles accesos a las instalaciones del Vicariato, quien aseguró que todo estaba controlado.

Los heraldos se mantenían tranquilos y en calma pese a la tensa situación. Sin embargo sí era motivo de preocupación el hecho de que ninguna autoridad no haga nada al respecto; más bien según se conoce que una autoridad les provee de alimentos a los indígenas y personas que estaban al interior de la iglesia, a quienes todas las noches llegan a dejarles en tarrinas la comida.

Al medio día del miércoles fueron pegadas leyendas en la iglesia central, en contra de los Heraldos, por parte de los seguidores de los Carmelitas. Esto causó malestar en la ciudadanía y exigieron a la intendenta de Policía retire dichas consignas que pedían la salida de los Heraldos.  Después de consultas y llamadas hizo que se retiraran dichos carteles.

Despedida y un: ¡hasta siempre!

Los Heraldos prefirieron  abandonar Lago Agrio hasta que el problema se solucione. Fue una despedida de abrazos, de lágrimas y de esperanza. Se decide acompañarlos hasta Santa Cecilia; los Heraldos llevaban solo sus maletas.

Recuperación de la iglesia

La procesión del domingo 22 fue el preludio para la toma de la iglesia, hecho que se dio después de la procesión de la paz, y en respaldo al regreso  de los Heraldos del Evangelio.

Cerca de las ocho de la noche inició la marcha desde la intersección de las calles Colombia y avenida Quito. La marcha prosiguió hasta el redondel de las banderas, e hizo un desvío hasta la Venezuela y se dirigió al centro de la ciudad, en medio de un fuerte aguacero, pero que no desmayó los ánimos de los marchistas, más bien proclamaron que era una bendición de Dios y una prueba para que la marcha no se detenga, como así sucedió.

En una irrupción inesperada la marcha ingresó hasta el interior de la iglesia, pidiendo el desalojo de seguidores de los Carmelitas que mantenían la iglesia tomada. La policía actuó de inmediato pero los seguidores de los Heraldos ya ganaron terreno apoderándose del patio de la iglesia, mientras los seguidores de los carmelitas lucían nerviosos y en inferioridad numérica respecto a los recién llegados, que les pedían se desaloje la iglesia.


La recuperación se hizo sin ningún tipo de violencia, aunque la Policía lucía desesperada por tratar de poner calma en los dos bandos.

Para un seguidor de los Heraldos, “las negociaciones para mantener la calma deben hacerse, pensando primero en que todos somos hermanos que profesamos una sola religión, pero que lamentablemente tuvo que desembocar en estos problemas que son de conocimiento público”.

Hasta esa instancia se había desalojado el patio de la iglesia, no así de quienes estaban en el interior de la iglesia (grupo de isamis-carmelita que se habían tomado hace mucho tiempo la iglesia) se mantenían con la puerta cerrada. La multitud presente pedía a la Policía que hagan desalojar a quienes estaban en el interior mismo de le iglesia. La policía tuvo arduo trabajo por mantener el orden. La multitud pedía que se abra la iglesia. ¡Queremos nuestra iglesia!,  gritaban entre otras consignas.

La salida de quienes estaban en el interior se dio a las 22H10, ante el griterío de satisfacción de la gente que esperaba esa actuación de la Policía.

La Policía a través del capitán Álvaro Carrera, aseguró que  se haría cargo de la custodia de la iglesia con la condición de que todos salgan, ya que, los dos grupos estaban frente a frente, aunque los seguidores de los Carmelitas permanecía en silencio, no así el otro grupo que no se cansaban de gritar: “queremos nuestra iglesia”.

El asambleísta Armando Aguilar se metió en problemas internos
de la Iglesia, tachó de secta a la congregación enviada por el Papa
y es uno de los que, en base a mentiras y calumnias, azuzó
al gobierno contra la Iglesia Católica en Sucumbíos
Asambleísta Armando Aguilar politiza el conflicto y señala que son grupos de ultraderecha quienes están apoyando a los Heraldos del Evangelio.

Royden España, quien estuvo en GAMA TV, concediendo una entrevista en el noticiero de la mañana, aclaró ciertos malentendidos que a nivel nacional se han difundido, como es la versión de que monseñor Gonzalo López fue sacado de la provincia de manera obligada, “cuando la verdad es que Monseñor cumplió su edad para el ejercicio de su obispado. Él fue notificado hace dos años, cuando cumplió 75 años; se retiró dos años después a la edad de 77 años. De manera que nunca ha sido forzado a salir de la provincia o del país. Es una norma del Vaticano” aclaró España en el noticiero de GAMA TV.  
  
La mañana del lunes 23, amaneció con una aparente calma. Aunque quienes están en el patio de la catedral, que permanecían en “vigilia” desde hace más de 130 días no querían  dar declaraciones a la prensa,  aduciendo que solo un medio dice la verdad y que los demás tergiversan las información porque están a favor de los Heraldos, no obstante señalan que ahora el problema dejó de ser entre los Carmelitas y los Heraldos; “ahora el problema es con nuestras organizaciones”.

138 días de vigilia y las marchas continúan.

Los seguidores de los Carmelitas cumplieron 139 días hasta que Monseñor Angel Polivio Sánchez, medió en el conflicto asegurando la salida de los Carmelitas y la presencia en Sucumbíos de la congregación de los Diocesanos. Esa noche las carpas y personas que permanecían en vigilia dejaron el lugar libre.

Las marchas de los seguidores de los Heraldos continúan, ante el pedido de que regresen los Heraldos.
Hasta el domingo 5 de junio, que fue una marcha especial en la mañana, se cumplió con el décimo sexto día seguido de la marcha blanca. En la noche se hizo otra marcha. (Hoy 25 de julio se cumplen 68 días ininterrumpidos de ésta manifestación de Fe, completando ya 77 procesiones) 

Las procesiones diarias pidiendo por la Iglesia Católica y la congregación Heraldos del Evangelio llevan más de dos meses sin cesar. En esta manifestación de Fe la población rechaza la secta isamis

Gustavo, esa mañana aprovechó para rezar –durante la marcha-  y vender sus periódicos. En la noche estuvo puntual con su esposa y sus pequeñas hijas para una nueva faena: de caminata por las calles de la ciudad, rezando y clamando porque los Heraldos del Evangelio regresen a Lago Agrio. Gustavo está seguro que los Heraldos regresarán. Porque el pueblo quiere que regresen, dice.

Tomado de: Revista Boga (de Lago Agrio-Sucumbíos). Edición de mayo-junio de 2011

2 comentarios:

  1. Partida en 2 , Si ,Si, asi es, LA IGLESIA NUESTRA SEÑORA DEL CISNE(como realmente se llama la iglesia de sucumbios y no isamis como lo a puesto Mns-.Lopez)por 40 años fue unida por que todos teniamos el esperitu de colaboracion, entre los que tenemos ese espiritu eramos dlos que lo hacimos de corazon mientras los ISAMITAS se aprovechaban en silencio de nosotros, pero ya se acabo ese ultraje, basta ver loas imaguenes de esta publicacion, los isamitas estan solos, ni por mas brujos que traigan, ni por mas politicos que metan, van a tener la misma secta ISAMIS se acabo, los feligreses se an despertado, y ya no mas, recordemos la MRACHA POR LA PAZ, una maravilla cuantos feligreses verdaderos, no estamos atras de los Heraldos como fanatismo, estamos pidiendo algo muy verdadero, digno y justo que es el regreso de ellos es el deseo de nosotros de que se obedesca la decicion del PAPA, queremos ser verdaderos catolicos, queremos guia espiritual, ellos se an ganago el cariño afecto , amor, de todos por que Dios haci lo quiso, anoche en la procecion unas 2 mujeres de edad decian:" ELLOS PARATODOS SON COMO: NUESTROS HIJOS, HERMANOS, FAMILA"
    Y asi es ellos son HIJOS, HERMANOS, Y FAMILIA ESPIRITUAL,porque hay un gran lazo el de la ESPIRUALIDAD Y EL AMOR A DIOS. QUE VIVA EL PAPA- QUE VIVA LA VERDADERA IGLESIA CATOLICA- QUE VIVA LOS HERALDOS - QUE REGRESEN LOS HERALDOS -HASTA QUE REGRESEN LOS HERALDOS- HERALDOS AMIGOS SUCUMBIOS ESTA CONTIGO.
    No desmayaremos mientras haya FE Y ESPERANZA ¡SALVE MARIA!

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  2. Soy un sacerdote diocesano de Guayaquil. Actualmente estudio en Roma y me ha dado mucha alegría encontrar en éste blog tanta información sobre la situación de la Iglesia en Sucumbíos. Sé que de la arquidiócesis de Guayaquil han enviado ya tres sacerdotes y seguro que llegarán también de otras diócesis, para servir y recontruir la unidad. Yo les acompaño con mi oración y sé que esto pasará y volverá la paz. Cristo es uno sólo y todos somos hermanos, pero Él mismo nos ha enseñado a amar la verdad y a corregir al hermano.Creo en la labor de los Heraldos y también en la fidelidad de los diocesanos que los acompañarán en adelante. Dios los bendiga y les ayude a crecer en amor a María y a Jesús Sacramentado.
    P. César

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