XXIV ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE SUCUMBIOS
Por tercer año consecutivo con la Coordinación de la Comisión de la Gran Misión Continental se realizó la 24ª Asamblea Diocesana de Pastoral, los días 18-20 de agosto de 2011, con la participación de unos 90 representantes de los equipos misioneros, de las unidades pastorales, zonas, sectores y servicios pastorales.
Año tras año, con una constancia a prueba de cualquier acontecimiento adverso, se realizan las Asambleas de agosto desde hace 41 años como el momento cumbre de la vida de la Iglesia de Sucumbíos: allí confluye el año pastoral para evaluarlo y de ahí brota la planificación y programación que pondrá en marcha el nuevo año.
La presente Asamblea contó con el conocimiento y la aprobación tácita del Delegado Pontificio, Monseñor Ángel Polibio Sánchez, quien estuvo previamente informado de la misma pero no estuvo presente.
Este año, dentro del mismo marco de la Misión Continental nos abrimos, al interior del proceso de “EVALUACIÓN DE LOS 40 AÑOS” de nuestro caminar como ISAMIS, a una nueva etapa: ACTUAR. Para ello en el transcurso de la Asamblea nos dejamos ILUMINAR para poder buscar juntos/as la planificación que nos ayude a VIVIR un proceso de conversión que nos lleve a “evangelizar más y de distinto modo”. (Documento de Aparecida)
TEMAS tratados:
1. Tercera Etapa de la Misión Continental según el Plan Nacional. Tema de fondo: “La experiencia pascual del discipulado misionero”
2. Profundizar el Plan Global de la Iglesia Ecuatoriana y elaborar borrador del Plan Pastoral de ISAMIS
3. Socialización de la evaluación del Plan Pastoral 2010-2011 por parte de las distintas Unidades de Pastoral (Indígena, Campesina, Negra y Urbana)
4. Nos dejamos Iluminar desde la realidad social y eclesial de nuestro momento histórico para descubrir las tareas futuras
5. Diseño de la programación del Año pastoral 2011-2012: ACTUAR
Durante la Asamblea se estableció una dinámica de grupos que se llamaron Comunidades de Vida, incorporando la lectura orante de la Palabra. Queríamos profundizar en la Experiencia Pascual del Discipulado Misionero que nos ayude a situarnos como creyentes en la realidad que vive nuestra Iglesia.
Finalmente, al concluir la Asamblea pudimos vivir la Eucaristía como Comunidad que se siente y se sabe discípula-misionera, al estilo de María, a cuya Fiesta de la Asunción están asociadas nuestras Asambleas Diocesanas.
------------ Hasta aquí escriben los isamitas ------------
Esto es decir mucha cosa, no echar una luz nueva y decisiva sobre la realidad y quedar en lo de siempre. “Año tras año”. Lástima que no organizaron las cosas para que el Delegado Pontificio estuviese presente y que solo se realizase esa asamblea con su aprobación “tácita”.
Declaran que después de una evaluación de los cuarenta años, pasan a la etapa del ACTUAR en el caminar de isamis ¿Habrán aprendido las lecciones de los últimos meses o, al contrario, se habrán afianzado más en su suficiencia y rebeldía crónicas? La referencia al Documento de Aparecida puesta entre paréntesis, no parece que signifique mucha cosa. Una vez más, es lo de siempre.
Aunque hay dos novedades: “la lectura orante de la Palabra” y la Eucaristía, que no es el pan nuestro de cada día de los representantes de los equipos misioneros. También la referencia a María no deja de ser bienvenida. ¿Serán signos de esperanza?
Resta saber si la “lectura orante” es hecha a la luz del Espíritu Santo o de los teólogos de la liberación, y si la Eucaristía fue celebrada de acuerdo a las normas establecidas por la Madre Iglesia, con toda la piedad y el cuidado que un tan gran misterio pide, impone. En isamis siempre se descuidó eso. Peor: se creó una nueva liturgia, propia de otra manera de ser iglesia. Y así están las cosas…
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