domingo, 9 de octubre de 2011

Los milagros de Isamis: ¡la multiplicación de las "cifras"!


si, por acaso, fuese verdad lo que ellos repiten.
-- o miente, que algo siempre queda --

Si los jovencitos del blog carmelita-isamita de JUCAE, siguiendo la misma consigna de sus mayores “miente, que algo siempre queda”, nos hacían sonreir cuando afirmaban que había sido un “éxito rotundo” la fracasada marcha del sábado 17 de septiembre en Nueva Loja, no queremos dejar de hacer notar en este comentario “la milagrosa multiplicación” de las cifras que los isamitas y sus amigos continuan realizando.

Si no fuese una falta de respeto a las cosas sagradas de nuestra religión Católica, estos mentirosos de Isamis quieren hacernos creer que ellos consiguen realizar milagros más portentosos que el propio Nuestro Señor Jesucristo.

Comenzó el periodista Angel de “Radio Mentiras de Sucumbíos, la compañera solitaria” por informar que estaban concentrados junto a la Catedral, esperando el inicio de la marcha, “entre 200 y 300 personas” (esto se puede comprobar en la grabación de la retransmisión realizada por la propia emisora).

El isamita y corresponsal de la agencia socialista española EFE, del gobierno Zapatero, Víctor Gómez, que también trabaja en “Radio Mentiras”, en su primera crónica sobre la marcha decía que habían participado “cientos de personas”; en el párrafo siguiente colocaba en boca de la dirigente isamita Blanca Diego la cifra ya transformada en “mil quinientas personas”.

Unos días después, desde Chile la revista de la izquierda católica "reflexión y liberación" daba la noticia de EFE diciendo que la isamita Blanca Diego "del equipo de comunicación de las organizaciones que respaldan la manifestación" ""cifró en unos 1800 el número de participantes"".
Pocos días después, la revista “Vanguardia” publica, en su edición del 26 de septiembre 2011, que “alrededor de dos mil trescientas personas salieron a las calles de Nueva Loja a exigir el fin del desequilibrio provocado por la Conferencia Episcopal y por Roma”.

El texto y las fotos de las tres páginas que les dedica tan cariñosamente Vanguardia son nada más y nada menos que de la propia “Blanca Diego” (pasa, sin avergonzarse, de 1500 a 2300 en una semana…), Maria Guarderas y el camaleón Vinicio Pastor Andrade, que tanto se presenta como “carmelita”, como “ex–carmelita”, como “carmelita seglar”, como “vocero de Fray Gonzalo” (en competencia con la señora o señorita María de los Angeles Vaca), etc. etc. Y cuya historia ya ha sido contada en los Blog.

Haciendo gala una vez más de la falta de imparcialidad en el noticiero “isamita”, la noticia de Vanguardia nada dice de la marcha que se realizó al final de la tarde de ese mismo sábado 17 de septiembre de 2011, en la que la población católica de Nueva Loja salió a las calles céntricas de la ciudad para asistir al “entierro de Isamis” y la cremación de sus restos para evitar epidemias y virus, que podrían provenir de su podredumbre visceral.

A la espera de la llegada del Administrador Apostólico, se rumorea por la ciudad que están a la venta algunas propiedades del Vicariato, entre otros “bienes” la mentirosa y solitaria Radio Sucumbíos, que al perder la credibilidad de los católicos ha perdido también su finalidad apostólica. Dicen algunos que el gobierno va a pedir a China que les haga un nuevo prestamo, y a ver si la pueden comprar, pues se desconoce el monto total de las deudas acumuladas en el último año. ¡Parece broma, pero puede ser realidad!

También se comenta en la ciudad que el día 17 de septiembre pasará a la historia municipal como el "Día sin hambre". La razón es sencilla. Los "isamitas" habían preparado tantas bolsas de comida para distribuir a los cientos, a los miles de manifestantes que deberían llegar de toda la Provincia y de todo Ecuador, y de todas las naciones americanas, y de todo el mundo, que sobraron camiones de bolsas: ese día los pobres de Nueva Loja no pasaron hambre, se cansaron de comer. Algunos debieron tener que ser atendidos por indigestión.

Seguramente la cocina que se llevaron del Vicariato el diocesano Edgard Pinos, el cocinero y los acompañantes, debió servir para preparar el almuerzo prometido a los que llegaron de los cantones a la capital. ¡Demos gracias a Dios por tanta generosidad!

Tomado de: http://www.sucumbiosinformapress.blogspot.com/
Cartas a : sucumbiosinformapress@gmail.com


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