Conforme a las disposiciones emanadas por el Superior General de la Orden de Carmelitas Descalzos, el equipo de frailes carmelitas que servía en San Miguel de Sucumbíos ha salido de la zona y ha entregado formalmente a Monseñor Angel Polivio Sánchez Loaiza, Delegado Pontificio, los espacios y tareas que corrían a su cargo.
Los misioneros Heraldos del Evangelio, luego de una serena revisión de todas las circunstancias, han considerado oportuno, como un gesto de delicadeza y disponibilidad con el Santo Padre, poner en sus manos la comisión recibida.
Según las peticiones cursadas hace algunos meses, las Arquidiócesis de Quito y Guayaquil, con las Diócesis de Ibarra, Ambato, Loja y San Jacinto de Yaguachi, se disponen a enviar algunos sacerdotes diocesanos que colaboren en la labor pastoral al servicio del Vicariato.
Todas estas medidas, según ha declarado Monseñor Sánchez Loaiza, tienden a ‘robustecer el espíritu de comunión, para que la unidad de las comunidades cristianas sea testimonio de fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia’.
Quito, 24 mayo 2011
Según las peticiones cursadas hace algunos meses, las Arquidiócesis de Quito y Guayaquil, con las Diócesis de Ibarra, Ambato, Loja y San Jacinto de Yaguachi, se disponen a enviar algunos sacerdotes diocesanos que colaboren en la labor pastoral al servicio del Vicariato.
Todas estas medidas, según ha declarado Monseñor Sánchez Loaiza, tienden a ‘robustecer el espíritu de comunión, para que la unidad de las comunidades cristianas sea testimonio de fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia’.
Quito, 24 mayo 2011
SECRETARIA GENERAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA
Como católico, acepto y respeto la decisión de la Conferencia Episcopal, pero como ser humano me da ira, ya que están cediendo a las presiones deunos cuantos malos sacerdotes rebeldes que lo único que hacen es caotizar y demoler a la Iglesia Católica, con la consecuente desorientación de quienes hacemos parte de esta Santa Iglesia. Dios quiera que todo para su mayor gloria. Eso si, los culpables no se escaparan nde la justicia divina
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