jueves, 26 de mayo de 2011

¡No se vayan! II parte – Lágrimas de dolor y de indignación


¡No se vayan Heraldos! Todo el pueblo de Sucumbíos con lágrimas de dolor y de indignación, insiste: ¡No se vayan Heraldos! ¡No se vayan!


Los niños, buscan consolación pero no la encuentran: “tan ilusionados estuvimos al saber que podríamos hacer la primera comunión, pero ahora se fueron…” decía sollozo un niño que asistía al catecismo en la Catedral.

“Los Heraldos nos enseñaron que hay que tener fe, y de eso los otros no nos enseñaban nada”

 “Aquí estamos todos los niños que íbamos hacer la primera comunión, que siquiera se considere esto. Yo especialmente quería hacer la primera comunión con los Heraldos” decía llorando una niña de la catequesis de otro sector.

Por un lado lamentos y tristeza, y por otro lado indignación:

“De parte de los otros (isamitas – carmelitas) solo se ha visto insultos, mentiras, calumnias. Quieren mantener aún cuarenta años de haber estado disfrazados de ovejas, ¿qué enseñanzas de cuarenta años quieren mantener aún? ¿Usted cree que podemos confesarnos con personas así?” decía con énfasis una respetable señora de Lago Agrio.

“Los Heraldos han venido a dar su espiritualidad viva y ahora se nos van por culpa de esta gente mala” “Nos han destrozado” otra modesta señora afirmaba.

Otro respetable católico, muy indignado decía: “40 años construyéndose una Catedral… un templo indigno para todo este pueblo. La capital petrolera ecuatoriana no tiene una Iglesia decente”

¡No se vayan Heraldos! ¡No se vayan!

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”

¡No se vayan Heraldos! ¡No se vayan!

Vídeo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario