viernes, 20 de mayo de 2011

Los Carmelitas y su Revolución Isámica

Tomado de: http://comobotellaenelagua.wordpress.com/

Lo poco que hicieron los Carmelitas Descalzos en Sucumbíos, por no decir en el Ecuador, lo han destruido en un abrir y cerrar de ojos con su abierta desobediencia a la directrices de la Iglesia.
Todas las noticias denuncian la visión sectaria de estos frailes Carmelitas, que obtusamente quieren imponer por la fuerza, una religión confusa, con una doctrina equivocada, y con un fanatismo exacerbado.
En el inicio de esta semana, en abierta desobediencia a las directrices del Papa Benedicto XVI, algunos frailes de la comunidad Carmelita organizaron una agresiva persecución contra los religiosos enviados por Roma, según denuncia de la agencia INFORMA PRESS SUCUMBIOS, en nota divulgada el martes.
“El regreso a Sucumbíos de los seis carmelitas españoles ha dejado al descubierto que los que promueven el desorden social en la Provincia no son los nuevos misioneros Heraldos del Evangelio, recien llegados, sino los seis frailes carmelitas.”, dice el comunicado.
En la radio lanzaban proclamas como “¡hay que sacar a los Heraldos vivos o muertos!”, además de otras consignas incendiarias. La situación llegó a tal extremo, que llegó a temerse por la seguridad personal de Monseñor Rafael Ibarguren y sus religiosos Heraldos.Los carmelitas organizaron la rebelión contra el vicariato, aprovechando elimpasse de la situación en Radio Sucumbíos. El P. Juan Cantero OCD, era visto muy activo animando todos los grupos presentes.
Desde los micrófonos de la emisora del vicariato, los carmelitas y sus agentes, difundían consignas incendiarias incitando a la violencia y al enfrentamiento. Las autoridades locales acabaron por convencerse de que los promotores del conflicto social en Sucumbios eran los propios carmelitas, situación que llevó a la Gobernadora a obligarles suspender toda y cualquier transmisión a no ser música.
Los carmelitas movilizaron hasta a algunos indígenas, prometiéndoles “diez dolares y almuerzo gratis”, como llegó a declarar alguno de ellos. Con estos indígenas los Carmelitas se tomaron la catedral, llegando a secuestrar a las personas que allí se encontraban en el momento de la toma.
Contrasta esa situación de anti-iglesia de los Carmelitas con la actitud de Monseñor Rafael, que ante el pedido de los fieles, autorizó la celebración de la Santa Misa en la calle, ante la imposibilidad de hacerlo en la tomada catedral. Al final Monseñor transmitió una vez más palabras que invitaban a la calma, marcando la necesidad de paz entre hijos de la Iglesia.
Como resalta el comunicado de INFORMA PRESS SUCUMBIOS, “en mala situación se encuentra el General de los Carmelitas Decalzos”, pues hoy, 19, debe entrevistarse con el Papa.   ¿Cómo responderá por la abierta desobediencia de sus frailes?

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