martes, 6 de septiembre de 2011

¿Las Hermanas Lauritas, seguirán siendo hijas espirituales de la Beata Laura Montoya?

¿Quién puede acreditar que las actuales señoras, o señoritas, de esta Congregación se puedan considerar misioneras católicas?
Para las Hermanas Lauritas, algunas de las cuales trabajan en el Vicariato de Sucumbíos encargadas de la Pastoral Indígena, la diferencia entre el Proyecto Pastoral Indígena que tienen en vista y lo que dijo su Fundadora Doña Laura Montoya U., colombiana nacida el 26 de mayo de 1874 en Jericó, Antioquia, es la antítesis de su carisma y vocación.

Veamos: "la Congregación se fundó y creció al lado de los indígenas que viven en medio selvaltico (luego se abrió hacia los negros... donde reinaba la ignorancia religiosa). Es pues nuestro elemento, trabajar con todos aquellos que no poseen la fe, o se hallan en condiciones de degradación social y religiosa".

Y la Madre Laura, la fundadora, en el Directorio de la Congregación es más explícita: "los trabajos deben hacerse siempre y exclusivamente para dar o cimentar la fe: "Para que la Santa Fe llegue a los que no la conocen aunque vivan en las selvas y aunque pertenezcan al demonio por la superstición y la idolatría".

Hasta aqui la Fundadora. Veamos lo que dicen las que se llaman sus hijas espirituales: "... los indígenas. Estos pueblos siempre han tenido su propia religión, su propia teología (sic) y sus formas de expresión a través de símbolos, ritos, vida familiar (sic), social, comunitaria y de sus relaciones con la naturaleza".

Son palabras bonitas que enredan una realidad más complicada, como vamos a ver a continuación, leyendo un poco más de su Proyecto Pastoral: "En muchos grupos indígenas aún persisten sus propios jefes espirituales: sacerdotes, hamanes, jaibanaes, quienes animan, orientan y regulan las relaciones de la comunidad con el Ser Supremo (sic, sic), con la naturaleza y con ellos mismos. El mundo espiritual indígena es muy rico y complejo".

Tan complejo, realmente, que estas "lauritas" han perdido el rumbo de lo que les advirtió su Fundadora, no acreditan en sus advertencias y confunden el "Ser Supremo", que para nosotros católicos es el Unico Dios Verdadero y para esos pobres idígenas, que todavía no han sido bautizados, "ricos en teología" es el demonio, del que ya les advertia la Madre Laura, la Fundadora.

La Pastoral Indígena de estas pseudoreligiosas entra en un terreno complicado, pues si es verdad que quedan todavía indígenas que no fueron catequizados por los verdaderos misioneros que hubo antes de la llegada de Fray Gonzalo OCD, el Capitán de la "teología de la liberación" en esa amazonia ecuatoriana, se ven obligadas a reconocer, y hasta a defender, las desigualdades naturales que los indios conservan, cuando para ellas en la civilización cristiana las desigualdades orgánicas que la sociedad formó hay que destruirlas, incluso con la violencia. Y de ahi, su apoyo a las guerrillas marxistas que se expandieron por toda América.

"Generalmente su teología (sic) implica una serie de creencias en seres superiores e inferiores, junto a héroes culturales, espíritus sagrados y profanos, árboles y animales míticos que actúan y tratan de explicar los misterios del universo, del "Ser Supremo" y de sí mismos".

Se nos hace dificil acreditar que esto haya podido ser escrito por estas religiosas lauritas. Parece fruto de estudios universitarios más profundos y elevados, de lo que llaman hoy en día la "teología indígena", para quienes no existe un Dios Verdadero, sino que todos los "dioses" están en la misma dimensión horizontal. Veamos hasta donde llega este pensamiento:

"Mundo que permite al indígena las vinculaciones necesarias con los dioses en un equilibrio espiritual, lo cual asegura a su vez el equilibrio entre el bien y el mal. Como nosotros tenemos (¡ATENCION!) un Antiguo Testamento, el del pueblo hebreo, así mismo los pueblos indígenas tienen su historia y religión".

Según esta versión de la Historia la Iglesia Católica ha estado muy confundida enseñando que Dios creo Adán y Eva, de donde surgió toda la humanidad. La idea de "pecado original" hay que acabar con ella, pues los indígenas son otra cosa aparte. La propia Fundadora estaba influenciada por creencias que dominaban en su época, pero ahora todo es diferente... Y, ¿por qué siguen llamándose Lauritas? También ellas deberían formar otra congregación. Quizás, es una sugerencia, "las llamanes de la amazonía". O las "gonzalitas", en homenaje a Fray Gonzalo, que durante 40 años destruyó el trabajo evangelizador de sus mayores carmelitas y de otras órdenes religiosas.

¿Será que en la Nunciatura no tienen suficiente personal para informarse de estas aberraciones? ¿Y nuestros queridísmos señores Obispos, con todo el amor y respeto que les debemos, no conocen lo que se enseña y se pone en práctica en el territorio que Dios ha puesto bajo su gobierno para la salvación de las almas?

La "teología" de Isamis, la "pastoral" de Isamis, hace años que no es más católica. ¿La "moral" de Isamis seguirá siendo católica? Si el modelo de "vida familiar" es el de los indígenas de la selva, verdad es que en algunas casas religiosas conviven bajo el mismo techo hombres y mujeres que llevan --pues hasta San Pablo lo llevaba-- el aguijón de la carne, consecuencia del "pecado original".


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