Juan José Tamayo, teólogo de la liberación español, muy admirado y citado por Isamis (ver blogisamis2010 del 10/07/11, 16/09/11, etc.) es un personaje que piensa mal, pero que tiene el mérito de decir claro lo que piensa.
Francamente no entendemos toda esa onda beligerante de Isamis contra los hermanos Carismáticos y los Heraldos (que son congregaciones católicas que podrán tener cosas discutibles pero en su doctrina y pastoral se muestran fieles a los lineamientos de la Iglesia) y, por otro lado, el apoyo incondicional que dan a “teólogos” como Hans Kung, Leonardo Boff o Juan José Tamayo, que están en abierta y notoria rebeldía con la Iglesia.
Para ilustrar nuestra perplejidad y al mismo tiempo suscitar un saludable espíritu analítico, citamos aquí dos afirmaciones recientes de Juan José Tamayo (que creemos que es sacerdote, como Kung y Boff, pero no le gusta aparecer como tal. Tendrá sus razones, pero a los católicos normales eso nos choca).
“En la Iglesia no deben existir ni clérigos ni laicos, pues la existencia de ambos y, la relación estructural de superioridad y subordinación de los primeros sobre los segundos responden a una eclesiología jurídica verticalista y son un resto patológico de la concepción estamental de la época feudal. La Iglesia es una comunidad de hermanas y hermanos iguales en dignidad, solidarios en la común responsabilidad de trabajar por la justicia con carismas, ministerios y funciones diferentes, que se ejercen en el seno de la comunidad y al servicio de los pobres”.
En otra ocasión escribió: “Creo que la reforma de la iglesia del siglo XXI no tiene que venir ni de Roma ni de Wittenberg. Ha de hacerse desde el mundo de la exclusión en toda su amplitud: social, cultural, étnica, religiosa, de género, que es el lugar social prioritario de los cristianos. Y tiene que hacerse junto a y dentro de los movimientos que luchan contra la exclusión: movimientos sociales, movimientos de resistencia global, movimientos de derechos humanos, movimientos sin tierra, movimientos indígenas, etc.”
¿No parecen declaraciones atribuibles a cualquier miembro de Isamis? Al Padre Pablo Torres, aunque no es muy intelectual; a Alcibar Bravo, a pesar de ser más un funcionario que un ideólogo o a Delia Malvay que no brilla precisamente por ser de iglesia. Bueno, pero son figuras representativas de la iglesia de Isamis.
Nos acusan constantemente de decir viles mentiras y puras calumnias. Que nuestros detractores vean en estas citaciones un convite profundizar y a dar seriedad a las diferencias que existen entre nosotros. No se trata de sentimientos ni de humores sino de razones y de criterios.
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