Algunos periódicos y medios de comunicación han reproducido una cable de la agencia EFE sobre una manifestación habida en Sucumbíos el pasado sábado “para que el Vaticano elija un Obispo que mantenga iglesia social”.
Lógicamente, el Obispo que nombrará el Vaticano tendrá que ser, un Obispo de la Iglesia católica. La “iglesia social” no puede ser otra que la misma iglesia católica. Una iglesia antisocial sería una iglesia anticatólica.
Algunos cristianos de dudosa ortodoxia oponen lo que llaman “iglesia social” a la “iglesia sacramental” o, también, a la “iglesia jerárquica” como si fuesen dos iglesias diferentes, y sobretodo, como si la iglesia dicha “social” fuese opuesta a los sacramentos y a la jerarquía. Si es así, pues no tendría sentido que el Vaticano elija un obispo de ese tipo. ¿Cómo pedir una cosa de esas?
Hay que dar a las palabras el sentido que tienen y a la Iglesia la misión específica que le compete que es la de evangelizar y de llevar las almas al cielo. Hay que seguir la Doctrina Social de la Iglesia y dejar de lado el socialismo –que la iglesia ha condenado en más de una ocasión. Dejarlo para los ciertos partidos políticos, sindicatos contestatarios e intelectuales ajenos u opuestos a la iglesia ¿No es verdad?
Para el bien de la sociedad y la salvaguarda de la salud mental, hay que ir deshaciendo los equívocos que ha sembrado ISAMIS con sus nefastas utopías.
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