QUITO, NUEVA LOJA, 16 de junio de 2011.- Monseñor Gonzalo López Marañón dio tres razones –a través de su vocera, la señorita Vaca- para dejar su ayuno y campamento; son, a su entender, tres “signos de reconciliación”:
1) La intervención del Delegado Pontificio como mediador entre las partes.
2) El nombramiento del Sr. Esteban Bravo como coordinador oficial de la Renovación Carismática Católica de la Provincia.
3) La abertura de la iglesia del Norte, Jesús Resucitado.
Pues bien, estas tres razones… no son razonables, los hechos las contestan:
1) Monseñor Ángel Polibio Sánchez se viene caracterizando, desde su intervención a partir de la salida de los Heraldos del Vicariato, como siendo abiertamente parcial, favoreciendo sistemáticamente a los de Isamis y no dando oídos a la mayoría de los fieles católicos ni a sus líderes naturales.
2) Hay que saber que el Sr. Esteban Bravo no hace para nada la unanimidad en la Renovación Carismática en Nueva Loja. Ha tenido, especialmente en los últimos días, claras actitudes a favor de los rebeldes y en contra de la nueva administración. El nombramiento que hizo el Delegado Pontificio (¿a eso le faculta su cargo, es decir, a nombrar autoridades en movimientos de que no hace parte?) no constó con el beneplácito del Consejo Directivo de la RCC local.
3) Y ahora, el broche de oro: el jueves por la tarde, al mismo tiempo en que al parecer Mons. Gonzalo deja su ayuno de 24 días, el Sr Silvio Cumbicus y otros activistas de Isamis del sector norte pretenden tomar posesión por un acto de fuerza de la iglesia Jesús Resucitado, pasando por encima del párroco, de la Animadora de esa Comunidad, del propio Delegado Pontificio y, ni digamos, del Administrador Apostólico. La policía ha debido intervenir y la tensión es grande entre los fieles de las Comunidades y los invasores.
Monseñor Gonzalo puede recomenzar su ayuno y oración, pues las razones aducidas no tienen consistencia y los problemas continúan sin resolverse.
A no ser que haya dejado su ayuno por consejo –o por mandato- de sus hermanos Obispos, lo que parece más probable.
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