sábado, 18 de junio de 2011

¿ISAMIS MODELO DE IGLESIA? III parte: sacramentos

Sacramento de la Eucarístía  en isamis. Un sacerdote alemán amigo de los isamitas llega todos los años a Sucumbíos y después de pintarse el rostro y vestirse con plumas, celebra Misa. En la foto levantando la Hostia en el momento de la consagración

En la primera parte hicimos un breve análisis de la dignidad del sacerdote católico, publicamos por un lado fotos de sacerdotes de la Iglesia Católica Apostólica y Romana de siempre, contrastando radicalmente con fotos de sacerdotes de isamis que se dicen ser católicos pero no obedecen  a la Santa Sede y demás autoridades legítimas de la Iglesia.


P. Juan Cantero travestido de meretriz
Vimos sacerdotes del modelo de Iglesia que defiende el grupo de isamis, uno en huelga contra el Administrador del Vicariato, otro celebrando Misa en camiseta y sin ornamentos litúrgicos y las fotos escandalosas de este mismo clérigo travestido de meretriz.


En la segunda parte demostramos que el asunto de “obra social de isamis” ó “el caminar con los dos pies”, como dicen los agentes de isamis, además de ser un fracaso es una farsa, una pantalla hecha para qué, no sabemos, pero podríamos intuir. Esta vez analicemos brevemente otro punto: los sacramentos.

Este grupo de isamis llama a  los clérigos de la Iglesia Católica de “ritualistas” o “sacramentalistas”,  ¿por qué?,  seguramente porque ellos procuran ser lo contrario: anti-rito, anti-sacramento. Sin embargo es conocido muchos ritos raros dentro de isamis.

P. Juan Cantero OCD, en isamis
siempre con ritos raros
Los que comparten esta mentalidad se justifican diciendo que no se pueden dar “sacramentos baratos”. Para pensar bien, podríamos creer que se refieren a que tendría que haber una buena preparación previa para recibirlos, pero esto está muy lejos de la realidad.

¿Pero qué son los Sacramentos? “Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina” [1]

Además: los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificación de los hombres, y por tanto contribuyen en gran medida a crear, corroborar y manifestar la comunión eclesiástica; por esta razón, tanto los sagrados ministros como los demás fieles deben comportarse con grandísima veneración y con la debida diligencia al celebrarlos. [2]

En Isamis, muchas veces la Misa es celebrada directamente en el suelo. El celebrante es un obispo colombiano, amigo de Mons. López Marañón y quien sostiene el libro es el sacerdote de isamis, Padre Armando Olaya de la congregación de los Consolatos (sacerdote que está en rebeldía contra la Santa Sede)


































Para isamis-carmelita nada de esto cuenta ya que, se prohibían la participación de muchos Sacramentos, como lo es el bautismo, la eucaristía, confesión, unción de los enfermos, etc… Es conocido todos los obstáculos que ponían estos sacerdotes, por ejemplo, se exigía a los fieles para tener derecho a los Sacramentos debería participar durante dos años o más en las “comunidades”; cualquier cristiano podría imaginarse que durante este tiempo los preparaban con catecismo y formación religiosa en general, para recibir dignamente los Sacramentos, nada de eso; la realidad es otra, los sometían tiránicamente a ciertos trabajos agrícolas y domésticos por un tiempo indeterminado, y después de éste, el fiel podía acceder por un número limitado de veces a los Sacramentos. De todo esto existen muchos testimonios.

P. Pablo Gallego OCD, es
conocido que no gusta celebrar
Misa - Pocas veces celebró
Sin embargo, el estar en una comunidad no era la salida para poder recibir los Sacramentos, ya que, mismo así, alguien que después de haber pasado por las comunidades, pedía algún servicio eclesiástico a los padres carmelitas o diocesanos al servicio del Vicariato, por ejemplo el sacramento de la unción de los enfermos para algún agonizante, con frecuencia respondían estar ocupados (nadie sabe en qué, ya que durante la semana, entre muchas cosas, nunca celebraban Misa, no había atención para los feligreses, etc…),  o también hay casos donde se pedía una misa por alguien que acabó de morir, la respuesta conocida del padre Pablo Gallego OCD,  era “tengo alergia a los muertos”.

Muchas veces, las comunidades tenían que recurrir a sacerdotes de otras regiones eclesiásticas para recibir la unción de los enfermos o para enterrar con una misa a un familiar muerto, inclusive para recibir un bautismo (los pastores protestantes muy a gusto atendían también estos casos).

Tan difícil era que alguien reciba el bautismo que es común encontrar niños y hasta adultos no bautizados, y no me refiero a gente de las zonas más alejadas, sino en la propia ciudad donde los clérigos vivían. Inclusive se puede encontrar personas que aún no saben persignarse ni hacer la señal de la Cruz.

El Divino Maestro nos dice: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”  Mt. 28-19. En los sacerdotes de isamis al parecer no había esta preocupación, lo que sí hacían era promover personas, no ordenadas para que administren los sacramento, por esa razón no es raro encontrar personas que dicen “más o menos tres veces al año llega una señora a celebrarnos la Misa”.

[1] Compendio del Catecismo. 224.   
[2] CIC – CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO. 840.

En isamis: La señora Magdalena Blaser administrando el sacramento del Bautismo 
Vídeo:

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