Isamis: Nueva “Iglesia” en Sucumbíos

Frecuentemente nos llegan cartas de nuestros lectores; ahora tenemos ésta que nos pareció oportuno trasmitirla públicamente. Es del señor José Salazar, quien se identificó como un católico de Sucumbíos y que vio durante mucho tiempo el “avance” de esta “NUEVA IGLESIA”. A continuación la carta:

Carta de un católico de Sucumbíos:

ISAMIS: NUEVA "IGLESIA" EN SUCUMBÍOS

Muy hábilmente los impulsores de ISAMIS llevaron una cuestión religiosa al campo político.

Dentro de su lógica, era lo único que podían hacer ya que siempre trabajaron en el campo social-político y jamás obedecieron las leyes religiosas  del Derecho Canónico (conjunto de leyes que rige la disciplina de la Iglesia Católica).

Me pregunto ¿en el momento de ser ordenados sacerdotes, ellos juraron obediencia a la Iglesia Católica Apostólica Romana o a ISAMIS? …

Por otro lado, ellos sabían perfectamente que por el lado religioso en que se debería resolver esta situación, los isamitas quedarían mal parados. Intencionalmente fabricaron la “denuncia” de que en el caso de Sucumbíos el cambio de administración iría a  causar un grave problema social para lograr el apoyo de las autoridades civiles. Y lo lograron, todo “Made in ISAMIS”.

¿Pero que hay detrás de todo esto? ¿A qué se refieren cuando hablan de una nueva Iglesia?

ISAMIS, encabezado por Monseñor Gonzalo López Marañón OCD, y la misión carmelita,  aprovecharon lo apartado y más o menos aislado que se encontraba la provincia de Sucumbíos para hacer lo siguiente:

Una iglesia sin jerarquía eclesiástica donde el poder de decisión aparentemente era del pueblo, pero al final, por causa de la poca instrucción religiosa de los moradores de Sucumbíos, “el poder del pueblo” era conducido por los mismos sacerdotes con una teología en clave marxista.

Una iglesia al margen del Derecho Canónico  y –al menos sin atacarlo de público- hicieron un vacío total al Papa.

Una iglesia que endiosó al Concilio Vaticano II y lo colocó por encima de la autoridad suprema del Papa.

Una iglesia sin imágenes religiosas con aversión total a los crucifijos, como lo hacen las sectas protestantes.

Una iglesia con tantas trabas para administrar los sacramentos que muchas personas se cambiaban de religión o viajaban a otras ciudades para bautizar a sus hijos.

Una iglesia donde se pusieron de lado los consejos evangélicos de obediencia, pobreza y castidad.

Una Iglesia donde sacerdotes y religiosas compartían el mismo techo y el mismo lecho.

Una iglesia excluyente y racista ya que denigraban al que poseía más y al que era más blanco (paradoja, ya que la mayoría de los isamitas son españoles).

Una iglesia que afirmaba que por los pobres todo es lícito, incluso lo ilícito. Ellos saben a lo que me refiero.

Una iglesia donde los sacerdotes podían vestirse de travestis o meretrices con el pretexto de hacer obras de teatro, y arrancar la risa estúpida de cierta chusma eclesiástica.

Una iglesia donde los sacerdotes no tienen superior y cualquiera puede hacer lo que le dé la gana y atacar a la propia Iglesia. Firma el padre Pedro Pierre.

Una iglesia sucia, mal oliente, inacabada, descuidada, fea y otros adjetivos semejantes que ellos malamente aplicaban a los pobres y que trataban de imitar con “fidelidad”.

Una iglesia que manejó fondos y donaciones corruptamente porque “el fin justifica los medios”.

Una iglesia donde el tráfico de droga era considerado “pecado venial”. ¿Y el consumo? Sigan no más….

Una iglesia sin territorios eclesiásticos porque el objetivo era llegar al caos.

Una iglesia donde no había respeto al pudor de las mujeres que tanto defendían y  los niños….pregunten en el Hogar infantil…

Una iglesia donde la brujería y el chamanismo entraron purulentamente mezclado con la liturgia católica de la Misa.

 “Ecclesia de Eucharistia” decía el Beato Juan Pablo II, que significa “La Iglesia VIVE de la Eucaristía”. La iglesia de ISAMIS estuvo a un paso de acabar con la Sagrada Eucaristía con el engaño de que no había sacerdotes suficientes. Por tanto, parafraseando lo que dijo el Papa Juan Pablo II se podría decir: “La Iglesia casi muere en Sucumbíos por falta de Eucaristía”.

En síntesis la Teología de la postración o liberación hizo un ensayo de laboratorio en Sucumbíos, para que, en el caso de que subiese un pontífice a su gusto, ellos le entregarían, en una bandeja…. perdón…, envuelto en hojas de plátano mal oliente, una iglesia comunista dónde el líder sería un chamán conectado a alguna caverna profunda, desde la cual se dirigirían los pasos de la NUEVA IGLESIA.

Atentamente,

José Salazar

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