miércoles, 22 de junio de 2011

Comentario al artículo “Lo primero, primero” del Padre Pedro Pierre

Que oportuno sería que el Padre Pierre defina lo que él entiende por  “el reino” que parece ser muy diferente a lo que enseña nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio y el Papa Pablo VI en su alocución.
           
P. Pedro Pierre
sacerdote en rebeldía
contra la Santa Sede
En todo caso, Jesús se ha referido muchas veces  al Reino y ha dicho muchas otras cosas sobre el particular, acoplando siempre a la palabra Reino la especificación de Dios o de los Cielos. Alguna vez se refirió al reino de Satanás (Lc 11.18) o reino o poder de las tinieblas (col 1, 13), el reino del mundo (Jn 18,36).
           
Por lo tanto, hay solo dos reinos: el de DIOS y el del DIABLO.
           
Veamos algunos otros ejemplos de la sagrada escritura:
           
- en primer lugar, y esto es muy importante, Jesús ha dicho “buscad primero el Reino de Dios y su justicia…” (Mt 6, 33) y no “el Reino y su justicia…”.

Es verdad que en el subtítulo de su malogrado artículo, el Padre Pierre  cita la frase, aunque incompleta, del Evangelio, es decir pone “Reino de Dios” (pero no pone “y su justicia”). Pero numerosas veces se refiere “al Reino” a secas
           
- Jesús ha dicho también muchas otras cosas hablando del reino:

- “Mi Reino no es de este mundo”. (Jn 18,36)

- “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos”
(Mt 5,3)

-“no todo el que dice “Señor Señor” entrará en el Reino de los Cielos” (Mt 7, 21)

- “ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas porque cerráis el Reino de los Cielos a de los hombres, porque vosotros no entráis ni dejáis entrar a los demás”  (Mt 23, 13).

- el diablo le mostró a Jesús los reinos del mundo y su gloria y le dijo: “todo esto te daré si postrado me adoras” (Mt 4, 8)

- “si no os hacéis como niños no entrareis en  el Reino de los Cielos” (Mt 18,3).

- “si uno no nace de lo alto no puede ver el Reino de Dios” (Jn 3, 3).

- “ni los maledicentes, ni los estafadores (…) entrarán en el Reino de los Cielos” (1 Cor 6,9)

- “ha llegado a vosotros el Reino de Dios” (Mt, 12, 28)

- “el reino de Dios ya está entre vosotros” (Lc 17, 20)

- “no consiste el Reino de Dios en comer y beber, sino que es justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo” (Rm 14, 17)

- el Reino de Dios es como un hombre que sembró una semilla en el campo”, “se parece a un grano de mostaza”, “a la levadura”, “a un tesoro escondido”…” a un mercader que busca perlas preciosas” (parábolas del Reino de S. Mateo).

- “acuérdate de mi cuando estés en tu Reino” (el buen ladrón)

 (Lc 23, 42-43) “hoy estarás conmigo en el paraíso”.

- y en el Padre Nuestro Jesús nos enseñó a pedir al Padre “venga  a nosotros tu Reino” (Mt 6,10), es decir, una vez más, el Reino del Dios.

Los seguidores de isamis hablan abusivamente de “el reino” o –peor- de la “utopía del reino” (muy sugerente este enunciado: ¡el reino sería una ilusión!). Éstas son expresiones equívocas porque sugieren una realización mundana en un estado de cosas contrario al Evangelio.

El Reino de Dios se construye cuando se pone a Cristo como piedra angular; a Cristo –a quien le ha sido dado todo poder en el Cielo y en la Tierra, como él mismo declaró-  y que reina en el mundo mediante la Iglesia que él fundó sobre la roca de Pedro para la salvación de las almas. Su Reino, como dice nuestro Credo, no tendrá fin.

¿Así piensa el Padre Pierre? No parece…

¡Que defina lo que entiende por “el reino”!


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