Al parecer Mons. Gonzalo quiere flamear él mismo la bandera de la paz. Al enterarse que siguen las procesiones por la paz en Sucumbíos, decidió prolongar el “ayuno” que lleva ya 19 días en plaza pública y para conocimiento general con continuos comunicados de prensa.
El día de hoy, en un respetado diario de la ciudad de Quito fue publicada una noticia en la cual el obispo emérito de Sucumbíos (aunque según su propias afirmaciones estaría en el exilio) Mons. Gonzalo López Marañón, manifiesta abiertamente que está en contra de las procesiones a favor de la Paz que el pueblo de Sucumbíos está haciendo ininterrumpidamente hace 25 días.
Estas procesiones que congrega cientos y miles de pobladores de la provincia diariamente, tiene como objetivo la paz en Sucumbíos, que se respete y obedezca a la Iglesia Católica en la persona del Papa Benedicto XVI y de Mons. Rafael Ibarguren (Administrador Apostólico del Vicariato), y que regresen los Heraldos del Evangelio (congregación enviada por el Papa).
La población pide también que no haya más insultos, calumnias y mentiras por parte del grupo de isamis-carmelita y de radio Sucumbíos.
Esta noticia fue confirmada con el comunicado de prensa Nº 16 del “ayuno” en plaza pública de Mons. López Marañón, en éste se afirma lo que quiere para que su “ayuno” concluya:
“que no se repitan más las agresiones verbales dirigidas contra el clero diocesano y las comunidades eclesiales de base; que no haya exigencias de expulsión del clero diocesano”
La agresiones verbales y hasta física han sido no a los diocesanos sino a los clérigos de la congregación Heraldos del Evangelio y algunas personas de Nueva Loja (hay suficientes pruebas de esto). Los feligreses sí quiere al clero diocesano pero auténtico, lo que realmente se quiere es que se vayan los diocesanos que además de estar en rebeldía contra la Santa Sede, están tomando actitudes violentas contra clérigos y feligreses que son fieles a la Iglesia (ejemplo la toma agresiva de la iglesia del Divino Niño y la Catedral de Nueva Loja, la abertura de una zanja en la iglesia Jesús Resucitado, agresiones físicas a misioneros de los Heraldos, etc...)
Sigue el comunicado: “no haya manifestaciones de regreso de los Heraldos y que se aceleren los procesos de desestimación de denuncias y demandas contra todas las personas de la provincia”
Menos aún, la ciudadanía no está de acuerdo con estos dos últimos puntos, ya que la manifestación para que regresen los Heraldos es el resultado de un amor y respeto al Santo Padre, que ha querido enviar esta congregación a Sucumbíos, con la cual la población está muy agradada. Y el último punto es un absurdo, ya que, favorecería a la proliferación de la delincuencia en la provincia, y eso por el bien común, nadie quiere.
Como vemos, se trata de un “ayuno” soberbio, pidiendo paz y reconciliación, con un "comunicado" lleno de exigencias!!! Qué lindo sistema. Esto no es paz, esto es guerra con la que continúan los isamitas contra el Papa, los Heraldos y contra los feligreses de Sucumbíos, en definitiva es contra la Iglesia Católica; y todo a favor de ellos, nada para la paz y reconciliación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario